La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (i), y el ministro de Defensa, Pedro Morenés (d), momentos antes de iniciar la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. | Ballesteros

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La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha señalado hoy que en el Ejecutivo están «sorprendidos e indignados» con las informaciones sobre el extesorero del PP Luis Bárcenas y ha asegurado que ella nunca tuvo noticia de que se pagara con dinero negro en el partido.

«Ni vi, ni se me ofreció, ni se me dio ningún sobre con dinero y por supuesto no lo hubiera aceptado"; «ni vi, ni escuché nada y si lo hubiera visto y lo hubiera escuchado, no me hubiera callado», ha manifestado en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, que ha estado centrada en Bárcenas después de que el diario El Mundo publicara que durante años se pagó don dinero B a dirigentes del PP.

La vicepresidenta, que ha respondido a once preguntas sobre el asunto, se ha remitido a las declaraciones de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que ha manifestado que «no le constan» esos pagos, y ha pedido que se investiguen «hasta el final» y con agilidad los casos de corrupción para aplicar la ley «con todas sus consecuencias».

«Indudablemente no todos somos iguales y hay mucha gente en política que trabaja, lo hace bien, con honradez, con honestidad y con muchísimo esfuerzo», ha subrayado.

Sáenz de Santamaría ha dejado claro que cuando fue secretaria ejecutiva de política autonómica y local del PP nunca oyó hablar de sobres con dinero negro y ha señalado que entre el resto de los miembros del Gabinete esta mañana «lo que reinaba era la sorpresa y el estupor y, si se confirmara, la indignación».

Preguntada por si pondría la mano en el fuego por toda la cúpula del PP, ha estimado que «son las garantías procesales del derecho las que llevan a que nadie tengan que poner la mano en el fuego por nadie hasta que haya una sentencia en un procedimiento judicial» y ha pedido respeto al trabajo de los tribunales.

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Santamaría ha señalado que desconoce el origen de los 22 millones de euros que Bárcenas llegó a tener en cuentas suizas y si el dinero podría proceder de las actividades particulares del extesorero.

«Con absoluta sinceridad, yo no sé qué hacía el tesorero del partido, si tenía o no otras actividades; no trabajaba con él ni a diario ni habitualmente», ha recalcado.

Ante las peticiones de comparecencia parlamentaria que ha formulado la oposición para intentar aclarar el caso, ha dicho que se analizará su «pertinencia» y que el Gobierno explicará lo que pueda explicar, teniendo cuenta que se trata de un asunto que afecta fundamentalmente al partido.

La vicepresidenta ha querido evitar que se extienda la mancha de la corrupción a toda la clase política y ha instado a la ciudadanía a diferenciar bien porque «en el PP, en el PSOE y en el resto de partidos la inmensa mayoría de la gente está a lo que tiene que estar, a su trabajo».

«Los primeros interesados en que se depuren esas responsabilidades son la gente que estamos en política, que hacemos nuestro trabajo de la mejor manera posible, con honestidad, con honradez y con el mayor esfuerzo posible», ha reiterado.

Entre los pasos dados por el Gobierno, ha recordado el proyecto de ley de transparencia y buen gobierno y la petición dirigida al Centro de Estudios Políticos y Constitucionales para que abriera un debate sobre posibles medidas de regeneración democrática.

Al margen de esta cuestión, preguntada por si cree que hubo trato de favor del Gobierno madrileño a la farmacéutica en la que trabaja la mujer del titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho que ha hablado esta mañana con el ministro, que se trata de un tema que compete a su esposa, y que están estudiando la información para analizar «las acciones a adoptar».