Ángel Carromero (i), el dirigente de Nuevas Generaciones del PP, a su llegada a la cárcel de Segovia. | Efe

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El dirigente de Nuevas Generaciones del PP Ángel Carromero, sentenciado en Cuba a cuatro años de cárcel por el accidente que costó la vida a los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero, ha ingresado en el centro penitenciario de Segovia, al que ha llegado sobre las 14.20 horas en un vehículo.

Acompañado de otros dos coches, todos ellos policiales aunque sin distintivos, los tres vehículos han llegado al recinto penitenciario en un momento en el que ha cesado la lluvia, que ha estado cayendo durante toda la mañana, ante la presencia de una unidad de televisión y dos periodistas.

Carromero ha entrado por un portón de la penitenciaría junto al edificio de acceso y, sin bajarse del coche, se ha dirigido a otro portón ya en el interior de la cárcel, situada en Perogordo, un barrio incorporado a la capital segoviana, tras lo que se ha perdido de vista el vehículo.

Fuentes del centro penitenciario han explicado a Efe que el interno llegaba algo cansado y que, en algún momento, se ha emocionado y se le ha saltado alguna lágrima.

Ángel Carromero, que viajaba en la parte de atrás de un vehículo policial, ha pasado al módulo de ingresos, donde hay unos doce internos, preventivos y que no son considerados peligrosos.

Un educador y un psicólogo se han entrevistado con el dirigente popular, que estará solo en una celda, mientras que los funcionarios le han informado de algunos aspectos de la vida en el interior del centro.

La dirección del Centro Penitenciario ha enviado una comunicación a la Audiencia Nacional informando de que se ha registrado el ingreso, a la espera de que el tribunal envíe la documentación en la que se determine la pena que debe cumplir y la que ha pasado en prisión en Cuba.

En función de esta documentación será entrevistado por el jurista y el psicólogo y, el jueves, la junta de tratamiento tomará la decisión acerca del grado penitenciario en el que le clasificarán.

El exterior del centro penitenciario, en un lugar muy apartado, al pie de la sierra y cerca de la línea férrea del AVE entre Madrid y Valladolid, estaba muy poco transitado, salvo por familiares de internos, que han abandonado el centro en torno a la una y media de la tarde.

Asimismo, se han movido varios coches de funcionarios, previsiblemente en el cambio de turno, mientras que la llegada de la comitiva donde era trasladado Carromero ha sido muy fugaz y ha pasado casi inadvertida.

La mañana, que comenzó despejada, era muy desapacible con temperaturas en torno a los siete grados y lluvia intermitente.