El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, durante la sesión de control al Gobierno celebrada esta tarde en el Senado. | Zipi

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que durante su primer año al frente del Ejecutivo ha cumplido con los «grandes pilares» de sus compromisos en las elecciones generales, aunque hay decisiones que no estaban previstas y a lo largo de la legislatura se puede dar marcha atrás en alguna.

Rajoy ha hecho este balance ante el pleno del Senado en respuesta a una pregunta del portavoz del grupo socialista, Marcelino Iglesias, quien le ha reprochado las decisiones que ha adoptado desde enero, que considera que han perjudicado a los ciudadanos y no estaban en el programa del PP.

El jefe del Ejecutivo se ha referido a la herencia recibida para justificar medidas que ha tenido que adoptar de forma extraordinaria, pero ha recalcado que se están llevando a término los pilares de su compromiso para lograr el crecimiento económico y la creación de empleo.

«Los efectos se irán viendo. La situación no era fácil, hay ya datos positivos en la economía española y espero que pronto le pueda dar en esta Cámara buenas noticias», ha recalcado el jefe del Gobierno.

Colaboración con Cataluña

Por otro lado, Rajoy ha asegurado que la predisposición a colaborar con el nuevo Ejecutivo catalán «es total» y que irá fundamentalmente encaminada a la recuperación económica y a la generación de empleo, así como a resolver los «problemas» de la Generalitat, porque son «de todos».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha pronunciado así en el pleno del Senado en respuesta a una pregunta del senador socialista José Montilla sobre las iniciativas que piensa tomar su Gobierno en materia de colaboración y cooperación con el nuevo Ejecutivo catalán surgido de las elecciones autonómicas del 25 de noviembre.

Rajoy, que ha destacado su «voluntad de cooperación» y de diálogo en «muchos asuntos», entre los que ha citado la financiación autonómica, ha aseverado que él no ha planteado «ningún retroceso» en el Estado autonómico, que ha generado «un nivel de autogobierno difícil de superar».

En su respuesta a Montilla, el presidente del Gobierno ha evitado entrar en cómo va a hacer frente a la cuestión identitaria y a las aspiraciones soberanistas y ha insistido en que la preocupación del Gobierno y de los ciudadanos -incluidos los catalanes- es la recuperación económica.

El presidente del Gobierno ha insistido en que «todos» -empresas, trabajadores y Administraciones- deben trabajar conjuntamente para la consecución de esos objetivos, para lo que, en su opinión, se debe reducir el déficit, continuar con las reformas y, en el caso del Ejecutivo central, avanzar en la reestructuración del sector financiero.

«Cuanto más acuerdo haya en los objetivos y en los medios para conseguirlo, mejor», ha destacado.

En ese sentido, Rajoy se ha comprometido a mantener una actitud «constructiva» y a «ayudar en lo que pueda» a la Generalitat, y ha dicho que brinda ese apoyo «con el convencimiento de que todas las Administraciones son España y que los problemas de las comunidades autónomas son los problemas de todos».

Fondo de Liquidez Autonómico

El jefe del Ejecutivo ha recordado el «esfuerzo» que ha hecho la administración del Estado -"que no está boyante"- para apoyar a Cataluña y otras autonomías con medidas como el plan de proveedores, anticipos a cuenta, atención a los vencimientos de deuda, y puesta en marcha del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Ha insistido además Rajoy durante su intervención en que la voluntad de cooperación está «ahí» y que está dispuesto a hablar de muchísimos asuntos como la reforma de la Administración, la unidad de mercado, la Unión Europea u otros asuntos, siempre que se respete la ley y todos los instrumentos del Estado de derecho.

Durante su turno de réplica, Montilla ha recordado al presidente del Gobierno que, además de a la situación económica, Cataluña se enfrenta a otros problemas como contar con un Parlamento en su mayoría formado por fuerzas que llevan en su programa convocar una consulta y pedir en ella un Estado propio.

«No se equivoquen, el problema no ha acabado, no ha llegado todavía», le ha espetado Montilla a Rajoy, a quien le ha pedido que no use en «falso» la democracia y que recuerde que «ni las leyes ni la Constitución pueden convertirse en un arma arrojadiza» si se quieren resolver realmente los problemas.

El jefe del Ejecutivo ha recordado a Montilla que esa situación no está provocada por una «decisión» que él haya tomado, y sobre las aspiraciones catalanas ha dicho que él «no desprecia nada» ni nunca lo ha hecho porque «siempre» procura ver «por dónde va el mundo» y cuáles son «las intenciones de la gente».

No obstante, le ha dicho al senador socialista que deberían estar «sustancialmente de acuerdo» en determinados planteamientos como que «hay que respetar la ley y el Estado de derecho» y que a los catalanes y al resto de españoles les unen «muchas cosas» que del pasado y del presente que a su juicio deben continuar en el futuro.

Ni independencia ni retroceso

Montilla ha recordado a Rajoy que él no está a favor de la independencia pero tampoco del retroceso autonómico, ante lo que el jefe del Ejecutivo ha respondido que él no ha planteado tal retroceso y que, si en algún momento hay que modificar el status quo, le gustaría escuchar qué es lo que los socialistas «quieren modificar».

«El Estado autonómico ha generado como nunca en la historia de España un nivel de autogobierno realmente difícil de superar», ha remarcado Rajoy.

El presidente, que ha recordado que su Gobierno sólo gestiona el 20 por ciento del gasto total español, ha reiterado su disposición al diálogo pero ha pedido que se tenga en cuenta que no todos piensan de igual modo y que siempre debe respetarse la ley.