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El líder de ERC, Oriol Junqueras, lamentó ayer que el gobierno de la Generalitat en funciones haya culminado en los últimos días la privatización de empresas públicas «de forma unilateral y sin consultar» las repercusiones que puede tener esto con quienes negocian el apoyo al próximo Ejecutivo.

Junqueras ha considerado «poco elegante» que ERC, que está negociando con CiU el apoyo al próximo gobierno de Artur Mas, «no fuese consultada» antes de proceder a una adjudicación de una empresa pública catalana.

La Generalitat en funciones anunció el pasado miércoles que había adjudicado a la empresa Abertis la gestión de la conservación y explotación de los túneles de Vallvidrera y del Cadí, así como sus correspondientes accesos, durante 25 años por un canon total de 430 millones de euros.

A esta concesión hay que añadir la que a principios de noviembre el gobierno de CiU adjudicó a un grupo liderado por Acciona para la gestión de la hasta entonces empresa pública Aigües Ter-Llobregat.

«Decisiones relevantes»

Según el líder de ERC, «toda decisión económica relevante que está en curso debería ser consultada (a su partido) antes de ser adoptada, y más cuando estamos en un proceso de negociación, es decir, sería de agradecer que no se adopten decisiones unilaterales por parte de una de las partes».

«ERC —recalcó Junqueras— valoraría positivamente que CiU no adopte decisiones de forma unilateral si está en un proceso de negociación, a fin de garantizar que decisiones de este tipo, si hay que adoptarlas, sean hechas conjuntamente», porque en caso contrario, «podrían ser muy mal interpretadas».

Además, según el líder republicano, «si bien es bueno conservar la titularidad pública de las grandes infraestructuras, también lo es que en nuestro país hay gente que está sufriendo mucho y necesitamos recursos para evitar este sufrimiento y reactivar nuestra economía».