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El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha subrayado hoy que el Gobierno no va a promover la compra ni la venta de los permisos de residencia y ha insistido en que darlos a los extranjeros que adquieran una vivienda de 160.000 euros es una medida que está en fase de estudio.

En el pleno del Congreso de los Diputados, de Guindos ha señalado que el Ejecutivo tiene una serie de objetivos, entre ellos fomentar la inversión, también en el sector inmobiliario «donde hay un exceso de capacidad evidente».

Para ello, ha indicado, se ha constituido un grupo de trabajo que esta analizando diferentes alternativas para fomentar la internacionalización y atraer nueva inversión a España.

Entre las medidas que está estudiando este grupo está la de eliminar barreras burocráticas para aquellos ciudadanos extracomunitarios que quieran adquirir una vivienda en España.

Sin embargo, destacó el ministro, el Gobierno no ha tomado al respecto ninguna decisión ya que esta propuesta «está en fase de estudio, como otras muchas».

Se trata de una petición tradicional de multinacionales, ha reconocido de Guindos, quien ha agregado que dar permisos de residencia a cambio de la adquisición de una vivienda podía atraer en un futuro a potenciales compradores.

En este sentido, ha recordado que esta medida ha sido implantada en algunos países como Reino Unido e Italia y que otros como Estados Unidos, al igual que España, la están contemplando.

«Las medidas que adoptamos cumplen siempre las garantías esenciales para la seguridad de la sociedad, el sostenimiento público y preservan siempre el interés general de todos los españoles», ha subrayado.

Por su parte, la diputada socialista Soledad Pérez ha acusado al Gobierno de fomentar la compra de permisos de residencia por 160.000 euros y «dar de regalo un piso como si estuviésemos hablando de la oferta del mes».

En su opinión, esta propuesta responde a una política de inmigración «inmoral, mercantilista y discriminatoria que profundiza en la desigualdad social» y que puede generar todo tipo de fraudes, por lo que ha pedido al ministro que guarde la iniciativa «en un cajón» y que «no haga de comercial del banco malo».