El presidente catalán en funciones, Artur Mas, durante la primera reunión del Govern tras las elecciones del 25-N. | Andreu Dalmau

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CiU apuesta por un Gobierno «fuerte» y para conseguirlo tiene como prioridad a ERC, que avala su propuesta de celebrar una consulta soberanista, aunque le ha advertido de que deberá asumir también el desgaste que supondrá tener que recortar al menos 4.000 millones en el presupuesto de la Generalitat en 2013.

Dos días después de las elecciones del 25-N, en las que CiU retrocedió inesperadamente de 62 a 50 escaños y ERC, con 21, se situó como segunda fuerza, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, ha reafirmado el interés de CiU en formar un nuevo Govern «fuerte» con la premisa de que «todo» es negociable menos la consulta soberanista.

Recortes

Homs ha dicho que el «mandato inequívoco» del 25-N es celebrar una consulta de autodeterminación, aunque lo liga a también a la necesidad de «asumir riesgos» en una nueva etapa de gobierno que deberá estar marcada por los recortes.

A CiU le preocupa el papel de ERC en el Parlament le genere inestabilidad en la gestión del día a día. En este sentido, Homs ha estimado que los presupuestos del 2013 incluirán un ajuste en el gasto que la Generalitat de al menos 4.000 millones, el equivalente a la suma de los recortes de los ejercicios 2011 y 2012.

En este contexto, hay que tener en cuenta que en 2013 se disparará lo que la Generalitat debe destinar al pago de intereses, y el gasto financiero pasará de 919 millones este año a alrededor de 2.300 millones en el próximo año.