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Iberia ha advertido a sus empleados que, ante la situación de «verdadera emergencia» que vive la compañía -con unas pérdidas operativas de casi 1,5 millones de euros al día- prepara «un plan de acción» que afectará «al tamaño de la compañía, a las condiciones laborales de todos los empleados y al volumen de empleo». En una carta dirigida a los trabajadores el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, explica que en el primer semestre del año se han registrado 263 millones de euros de pérdidas operativas, lo que equivale «al salario del 40% de la plantilla, o el combustible de cada día para un cuarto de la flota».

Según la empresa, estas pérdidas sitúan a la compañía en una situación de «verdadera emergencia» y obligan a abordar un proceso de cambio profundo «sin más demora para sobrevivir ahora, y para ser capaces de construir una empresa mejor, que tenga continuidad en el futuro más próximo». En la carta remitida a los trabajadores se recuerda que en los últimos meses se ha vivido un recorte generalizado de gastos e inversiones, y que estas medidas «suman, pero es obvio que no son suficientes».

Esta carta del máximo responsable de Iberia se ha difundido poco después de que el consejero delegado del grupo, Willie Walsh, confirmara que International Airlines Group (IAG) está elaborando un plan de reestructuración de Iberia que estará concluido a finales de septiembre y que incluirá «la pérdida de empleos». Walsh dice que el plan incluirá «la reducción de tamaño a corto plazo, la remodelación de la red con el fin de alcanzar unos mayores ingresos unitarios y una reevaluación de todos los aspectos del negocio para obtener una base de costes competitiva y un servicio que permita conseguir un crecimiento rentable a corto plazo».