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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cifrado en 8.000 millones el coste de los intereses de la deuda en medio de las tensiones en los mercados.

Así lo indicó en rueda de prensa para hacer balance de los primeros meses de Legislatura, en la que señaló que España tendrá que desembolsar esta cantidad «el año que viene».

Según explicó, éste es el precio que España está teniendo que pagar para que le financien con una deuda externa que sobrepasa los 900.000 millones de euros en unos momentos en los que el coste de la deuda es muy alto por las dudas sobre el futuro del euro. «Es es nuestra gran losa», enfatizó.

«Lo que debemos, que es mucho, hay que devolverlo y en estos momentos es muy difícil que nos lo presten», insistió para añadir a renglón seguido que «ésta es una lección muy importante de cara al futuro».

Rajoy esgrimió esta explicación para justificar todas las medidas de ajuste del déficit que está adoptando el Gobierno, encaminadas a reducir el gasto y la necesidades de financiación.

En este sentido, Rajoy se sinceró: «No es cómodo, es muy incómodo, y no es agradable, es muy desagradable, y no es lo que nos gusta y sé que o es lo que le gusta a la mayoría, pero si lo hacemos es porque es lo que hay que hacer para no hundirnos más en el futuro».

Asimismo, defendió las reformas emprendidas por el Gobierno y aseguró que el Gobierno seguirá en esa senda porque, «si no nos quedaríamos atrás».

En el capítulo de aspectos positivos, Rajoy destacó el déficit exterior, que dijo se situará en equilibrio este año. «Será un dato muy positivo, significará que habrá que pedir menos financiación al exterior y eso es muy importante».

RAJOY PIDE RESPALDO PARA DEFENDER A ESPAÑA

Más allá de los meramente económico, Rajoy que aseguró que la lucha contra la crisis es una tarea «enorme, pero no imposible» y que «será mucho más llevadera si todos nos comprometemos con ese objetivo común».

Asimismo, el jefe del Ejecutivo aseguró que «el Gobierno se siente comprometido con un claro mandato de los españoles». «No prometimos milagros porque sabíamos que no los iba a ver», dijo, apostillar que el Ejecutivo ha desarrollado, en cambio, una «labor intensísima en estos meses».

«Sé que muchas decisiones se pueden discutir, pero nadie puede decir que el Gobierno no ha gobernado y que tiene que gobernar en circunstancias que son muy difíciles», añadió, para zanjar que el Ejecutivo es «consciente de que muchas familias y empresas hacen frente a muchas dificultades, pero sabe perfectamente dónde va, qué tiene que hacer y que, aunque la situación es difícil, vamos a superarla».