Soraya Sáenz de Santamaría y Alberto Ruiz-Gallardón, ayer tras el Consejo de Ministros. | Ballesteros

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El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, llevó ayer al Consejo de Ministros una propuesta de reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), para que únicamente el presidente tenga dedicación exclusiva, mientras que los veinte vocales compaginen su participación en este órgano con el ejercicio de su carrera. Asimismo, ha planteado que de los veinte vocales doce sean elegidos por los propios jueces y magistrados, en vez de por el Parlamento.

Gallardón elevó al Gobierno las conclusiones que ha elaborado la Comisión de expertos sobre la reforma del órgano de gobierno de los jueces y que trasladará a los grupos parlamentarios para lograr el máximo consenso.

Entre las principales novedades que ha propuesto la Comisión institucional, el titular de Justicia ha detallado que el modelo «fortalece la condición de presidente» del Tribunal Supremo, quien será el único miembro con dedicación exclusiva y deberá ser magistrado del alto tribunal para ostentar el cargo.

La reforma planteada por el Ministerio, que Gallardón quiere consensuar al máximo con los grupos parlamentarios, ha caído como un jarro de agua fría sobre los veinte vocales que integran el órgano de gobierno de los jueces, que si bien esperaban una reducción el número de vocales dedicados en exclusiva al Consejo, no imaginaban que la propuesta pasaría por limitar esta condición al presidente.

Críticas

La Asociación Profesional de la Magistratura (APM) considera que la propuesta de reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, «no puede ser más negativa» al «debilitar» este órgano con el objetivo de que su «influencia política o control político judicial sea menor».

El portavoz de la APM, Pablo Llarena, alegó que la reforma debilita el órgano de gobierno de los jueces al reducir sus funciones y comisiones y eliminar la dedicación exclusiva de los 20 miembros, una medida que supondrá apenas un «ahorro de 300 euros por vocal».