El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa ofrecida hoy tras concluir la cumbre del G20 en Los Cabos, al noroeste de México. | Alejandro Bolivar

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El jefe de Ejecutivo español, Mariano Rajoy, ha abogado hoy por cerrar el mecanismo de ayuda a la banca española «con la mayor celeridad posible» y ha señalado que el Ejecutivo está pendiente de ver si se recurrirá a uno de los dos fondos de rescate europeos existentes «o un instrumento distinto».


En rueda de prensa tras concluir la cumbre del G20 en Los Cabos (México), Rajoy ha asegurado que nadie en la reunión ha pedido a España que acelere su petición de ayuda -como había dicho la canciller alemana, Angela Merkel-, y ha insistido en que España es «la primera interesada» en que la situación se resuelva lo más rápido posible.

Mientras se espera al informe de las evaluadoras independientes sobre las necesidades de capital de la banca, el Gobierno está negociando el memorándum con las condiciones del préstamo y «estamos pendientes de ver cuál será el instrumento que vamos a utilizar», el Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF), el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) «o un instrumento distintos», ha añadido.

Preguntado en concreto sobre qué otros instrumentos podrían utilizarse, ha rechazado entrar en «disquisiciones técnicas» y ha subrayado la importancia de que haya «voluntad política» para cerrar «de la mejor manera posible» la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros que pedirá el Gobierno, gestionará el FROB y deberán devolver las entidades.

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Fuentes del Ejecutivo español habían avanzado horas antes que la intención era formalizar la petición de ayuda esta misma semana, pero Rajoy no ha querido precisar el momento.

Ha dejado claro que «el Gobierno no va a cejar en su firme voluntad de dar la batalla a esta crisis económica», una batalla que, ha reconocido, debe lidiarse en casa, tomando decisiones «difíciles», pero también en el exterior, por lo que España seguirá trabajando para «convencer» a sus socios europeos.
El anuncio del Eurogrupo de que se concedería la ayuda no logró calmar a los mercados, pero Rajoy no ha querido hacer interpretaciones porque «es muy difícil determinar cómo funcionan».
«Más que preocuparnos de lo que esta pasando en el día a día, tenemos que hacer un esfuerzo para hacer las cosas bien, y en eso está empeñado este Gobierno», ha manifestado Rajoy.

Como ayer hizo el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha subrayado que «los fundamentos de la economía española están muy por encima de la prima de riesgo y del precio que se está pagando en este momento» por la deuda.
España, ha destacado, es la cuarta economía de la zona euro, tiene una cantidad equivalente a su PIB invertida en el exterior, apenas tiene déficit exterior y está aumentado sus exportaciones.

«Si seguimos manteniendo la política económica que tenemos en marcha esta situación se va a superar», ha manifestado.
«Nuestra política económica se va a mantener; vamos a seguir haciendo las reformas que requiere la economía española; vamos a mantener nuestro compromiso de no gastar lo que no tenemos y vamos a intentar que haya una unión bancaria y fiscal», ha insistido.
En este contexto, ha mostrado su satisfacción porque el G20 haya expresado un apoyo «claro y firme» a las políticas de reformas estructurales y de control del gasto y, singularmente, al proceso abierto para recapitalizar la banca.
También se ha recogido en las conclusiones la reivindicación española de avanzar en la UE hacia una mayor integración fiscal para moderar el coste de la deuda soberana y una unión bancaria que incluya una supervisión común y medios para la recapitalización directa de los bancos y garantizar los depósitos.
Ha elogiado asimismo el llamamiento «claro y rotundo» del G20 para evitar todas las formas de proteccionismo en el comercio mundial y en las inversiones.