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El elevado diferencial de la deuda española a 10 años frente a su equivalente alemán supone que España tenga cerrada la puerta de los mercados, dijo ayer el ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo que se interpretó como una llamada urgente a la Unión Europea para que actúe ante la falta de liquidez del sector bancario.

La desconfianza ante activos españoles por las preocupaciones sobre la situación del sector bancario y sus dificultades para controlar el déficit público ha disparado en las últimas semanas la prima de riesgo a niveles récord desde el lanzamiento del euro.

«Esa prima lo que está diciendo es que como Estado tenemos un problema a la hora de acceder a los mercados, a la hora de refinanciar nuestra deuda», dijo Montoro en una entrevista con la cadena de radio Onda Cero. «La (actual) prima de riesgo dice que España no tiene abierta la puerta de los mercados», añadió.

Montoro también dijo que no prevé que la suma necesaria para recapitalizar los bancos españoles, que está siendo evaluada por parte de agencias evaluadoras externas y por el Fondo Monetario Internacional, sea excesiva, y apeló directamente al rápido impulso de una unión bancaria en la UE.

Hombres de negro

El ministro quiso lanzar un mensaje tranquilizador y señaló «los hombres de negro no van a venir a España» para intervenirla porque «no es rescatable» y lo que necesita no es precisamente un rescate, sino «más Europa».

Mientras tanto, el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto a urgir al BCE a inyectar liquidez en la zona euro y ha afirmado que el Gobierno está dando la «batalla» en Bruselas para que la UE avance en la integración fiscal y en una unión bancaria con eurobonos y un fondo que garantice los depósitos.

Rajoy ha reunido a los senadores del PP y después ha participado en su última sesión de control en el pleno de la Cámara Alta antes del verano, con el mismo mensaje ante los dos auditorios: hay que tener «tranquilidad» y «serenidad» porque se necesita tiempo para «arreglar el desaguisado» dejado por los socialistas.

«Las reformas no producen efecto en media hora y las cosas que se hacen bien tardan tiempo en producir sus efectos», ha manifestado ante el pleno del Senado, donde ha garantizado que, «aunque este año la situación no va a ir bien, si lo va a ir en el futuro próximo». Se ha mostrado absolutamente convencido de la estrategia emprendida por el Gobierno, que pasa por la austeridad y las reformas estructurales en España, y por «dar la batalla» en Bruselas para que se avance hacia una integración fiscal y bancaria.