TW
1

Gonzalo Pascual, uno de los exdueños de Viajes Marsans, ha negado hoy haberse apropiado de 4,3 millones de euros del grupo turístico y ha señalado que la situación financiera de la compañía era buena hasta principios de 2010 y que todas sus decisiones buscaban salvaguardar el futuro de la empresa.

Pascual y el exdirector general de Viajes Marsans Ivan Losada, que actualmente ocupa la dirección general de la sociedad Posibilitum -nueva dueña de Viajes Marsans y de Nueva Rumasa-, han declarado hoy como imputados en la Audiencia Nacional por un presunto delito continuado de estafa y de apropiación indebida.

Según informaron a Efe fuentes jurídicas, en el marco de su declaración, que ha durado aproximadamente una hora, Pascual ha subrayado que la situación financiera de Marsans era idónea hasta principios de 2010, meses antes de que fuese declarada en concurso de acreedores, y ha culpado a la banca de la quiebra de la compañía.

Por su parte, la abogada de Losada, cuya declaración ha durado unos veinte minutos, ha pedido el sobreseimiento de la causa y ha argumentado que las cifras que esgrime en su querella el fiscal Daniel Campo para imputar a su cliente no se corresponden con los datos que recoge la Administración Concursal en la pieza de calificación.

Además, ha añadido que la emisión de varios cheques que se le atribuyen a su cliente cuando era inminente la insolvencia del grupo no se dirigieron a fines ajenos a la actividad de la compañía sino a pagar a honorarios de abogados, a la presentación del ERE, al alquiler de las oficinas o a la deuda con la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).

En la querella que admitió a trámite el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, el fiscal argumentaba que a finales de 2009 las sociedades de Marsans dejaron de abonar a los mayoristas las cantidades recibidas de los consumidores por los viajes y servicios contratados.

Los entonces responsables del grupo, añadía, lejos de hacer frente al pago de 4,4 millones, destinaron los fondos a fines ajenos, lo que supuso un perjuicio económico para al menos 4.706 clientes.

Las mismas fuentes judiciales indicaron, sin embargo, que la cifra de perjudicados podría aumentar significativamente, ya que la que se aportó en la querella sólo se refería a aquellos clientes que presentaron denuncias.

En este sentido, señalaron que también podría incrementarse la cantidad que supuestamente se desvió desde Viajes Marsans a otras compañías vinculadas con los antiguos y nuevos propietarios de la firma.

El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y Pascual vendieron sus empresas a Posibilitum, controlada por Ángel de Cabo, justo antes de que fueran declaradas en concurso de acreedores en junio de 2010.

En el marco del proceso, mañana deberá declarar en la Audiencia como imputado Díaz Ferrán, quien insiste en que los fondos se destinaron al pago de facturas de Marsans, tal y como «demostrará fehacientemente» ante el juez.

El jueves deberá declarar en calidad de testigo el que fuera director corporativo de Interinvest (Marsans) Vicente Muñoz, y Rosario Gil, que dirigía entonces el Departamento de Auditoría Interna de Viajes Marsans.

Los antiguos gestores del grupo turístico se enfrentan ya a varias querellas por su presunta mala gestión al frente del conglomerado y a otros procesos penales por supuesta apropiación indebida de fondos.

La última es la que han presentado en la Audiencia las empresas Orizonia, Pullmantur, Meliá y AC Hoteles, que reclaman 40 millones a los querellados, a los que acusan de un presunto delito de fraude procesal y alzamiento de bienes al entender que ocultaron parte de su patrimonio con el fin de evitar posibles embargos.