De izquierda a derecha, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la portavoz del Gobierno, Soraya Sáena de Santamaría, y el ministro de Economía, Luis de Guindos. | Efe

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El Gobierno prevé que la economía española caiga el 1,7 % en el conjunto de 2012 y que la tasa de paro llegue al 24,3 %, según anunció hoy la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría.

En la rueda de prensa, posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha desglosado el cuadro macroeconómico previsto para este año «ajustado a la realidad» y que prevé una destrucción de empleo neta de 630.000 puestos de trabajo este año.

No obstante, ha asegurado que no se atreve a asegurar que se pueda alcanzar los 6 millones de parados y ha asegurado que en el cuadro macroeconómico ya existe un cierto impacto positivo de la reforma laboral, «que se notará con toda intensidad en 2013».

Caída del PIB

De Guindos ha asegurado que la economía española caerá durante los tres primeros trimestres del año y sólo se estabilizará en el último de 2012 y ha argumentado que dicha recesión es consecuencia de la desaceleración de la economía mundial y de la «suave» recesión prevista en la zona del euro.

Según el ministro, la caída del PIB del 1,7 %, la misma que estima el Fondo Monetario Internacional para España, se ha basado en unas hipótesis y planteamientos «realistas» ya que no existen «cifras mágicas».

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«Este Gobierno no generará falsas expectativas que defrauden a los ciudadanos», ha recalcado, tras añadir que el nuevo cuadro macroeconómico para 2012 «recoge la inercia del pasado».

Luis de Guindos ha explicado que el consumo privado caerá por el menor empleo y por la mala evolución de las rentas disponibles de las familias, al tiempo que el retroceso del consumo público será reflejo del ajuste de consolidación fiscal previsto.

En este sentido, ha añadido que las previsiones realizadas se basan en una desaceleración mundial del comercio hasta el 3,8 % de crecimiento, una suave depreciación del euro, en la estabilidad del precio del barril de petróleo en torno a 120 euros y en el mantenimiento de los tipos de interés.

El ministro ha lamentado la caída de las inversiones, sobre todo la de equipo, que bajarán el 6,9 %, así como la inversión en la construcción.

En cuanto al sector exterior ha añadido que aportará al PIB 2,9 puntos gracias al crecimiento de las exportaciones que subirán el 3,4 %.

Para De Guindos, las «buenas noticias» vienen del deflactor del consumo privado que tendrá un comportamiento más moderado y del sector exterior, que cierra una situación de elevada dependencia de la financiación exterior.