El presidente español ha sido recibido por el primer ministro Monti en su residencia oficial de Roma. | TONY GENTILE

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El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha anunciado hoy que el cuadro macroeconómico que presentará su Ejecutivo incluirá una caída del PIB superior al 1 por ciento que espera la Comisión Europea para este año, y ha avanzado que presentará unos Presupuestos del Estado «austeros» el 30 de marzo.

En rueda de prensa en Roma junto al primer ministro italiano, Mario Monti, Rajoy ha señalado que, tras conocer las previsiones económicas de Bruselas, su Gobierno hablará con la Comisión sobre la exigencia de situar el déficit público en el 4,4 por ciento del PIB a fin de año, pero ha garantizado que su objetivo es cumplir los compromisos adquiridos.

Según han apuntado fuentes de su Gobierno, se confía en que se fije un objetivo de déficit «realista» teniendo en cuenta el escenario de recesión y que 2011 cerró con un déficit superior al 8 por ciento del PIB, dos puntos más que el anunciado.

Tras subrayar que será «un año difícil» y señalar que descarta nuevas subidas de impuestos, Rajoy ha anunciado también su intención de instar a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos a corregir sus presupuestos porque se hicieron con unas previsiones de crecimiento que no se van a cumplir.

El jefe del Ejecutivo español ha explicado los pasos que dará en breve su equipo, comenzando por el cuadro macroeconómico que presentará en la primera quincena de marzo.

El Banco de España ha augurado una caída del PIB español del 1,5 por ciento y el Fondo Monetario Internacional del 1,7, cifras que el Gobierno tendrá en cuenta.

Rajoy ha dejado claro así que la previsión el Gobierno será peor que «la más optimista», la contracción de la economía del 1 por ciento que augura la Comisión Europea.

A continuación, ha apuntado, el Gobierno fijará un techo de gasto «prudente» basado en una previsión de ingresos también «prudente» -"no vamos a decir que vamos a recaudar lo que no creemos que vamos a recaudar», ha dicho- y establecerá un objetivo de déficit para todas las administraciones.

Sobre esta base se presentará el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que serán «realistas» y tendrán una previsión e ingresos «sensata y razonable porque el objetivo es cumplirlos».

«El objetivo va a seguir siendo reducir el déficit publico; a partir de ahí hablaremos con la Comisión Europea», pero «España cumplirá con sus objetivos de déficit público», ha manifestado Rajoy, fiel al principio de «no gastar lo que no se tiene».

A su juicio, hay que ir a un déficit público «razonable» y, ante la decisión de no subir más los impuestos, sólo cabe recortar más los gastos en los presupuestos.

Ha asegurado además que en la historia de España no ha habido ninguna época de crecimiento económico y creación de empleo con una deuda y un déficit público elevados.

Rajoy no se ha cansado de repetir en la rueda de prensa que «este año va a ser difícil en España» y que él va a decir la verdad a los españoles para no tener que corregir decisiones después.

Junto a su compromiso con la consolidación fiscal, ha recordado también la necesidad de impulsar de manera simultánea medidas en favor del crecimiento y el empleo.

Esa es la reclamación que doce socios europeos, entre ellos Rajoy y Monti, han trasladado en una carta a las autoridades comunitarias, a quienes han instado a completar el mercado único en sectores como el digital, la energía o los servicios.

Avanzar en esa liberalización exigirá tiempo, pero Rajoy ha considerado que ante esta crisis los gobiernos deben trabajar pensando en el medio y largo plazo.

Ha incluido en esa línea de trabajo su apuesta por las reformas y ha vuelto a defender los cambios en el mercado laboral.