La manifestación de los estudiantes del instituto Luis Vives de Valencia terminó en una batalla campal. | Fuente: Youtube

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Alrededor de 400 personas, en su mayoría estudiantes y algunas de ellas menores, permanecían anoche encerradas en la facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València con el beneplácito de la decana, que les ha permitido refugiarse allí pues solamente ella puede permitir el acceso policial al edificio.
Según explicó la decana, Elena Grau, les ofreció permanecer en el interior de la facultad tras comprobar que llevaban «todo el día corriendo por la ciudad» con motivo de las protestas estudiantiles focalizadas en el instituto Lluís Vives y que se han saldado, hasta el cierre de esta edición con la detención de 21 jóvenes.
Los estudiantes tenían previsto celebrar una asamblea para concretar qué van a hacer y cómo van a contar lo sucedido durante la jornada de ayer, marcada desde las dos y media de la tarde por los enfrentamientos y las escaramuzas con la policía.
Precisamente, el jefe superior de Policía de la Comunitat Valenciana, Antonio Moreno, aseguró que los agentes se han visto obligados a emplear la fuerza en Valencia ante la «agresividad» de los manifestantes, y que es la autoridad judicial la que debe evaluar si ha sido una respuesta proporcionada.
«Algunos creen que están en un juego, pero luego vienen las sorpresas y las lamentaciones» en forma de sanciones o procesos judiciales, señaló Moreno, quien aseguró que los manifestantes habían volcaco contenedores y arrojado las botellas que había en su interior a los agentes: «Un clásico», ha añadido.
Según Moreno, en las concentraciones de hoy, también «ilegales», los manifestantes han cortado el tráfico «haciendo caso omiso de la Policía» y, al llegar a la plaza de San Agustín, un grupo ha tirado contenedores al suelo y arrojado botellas y se ha enfrentado a los conductores.