La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaria atiende a los medios tras abandonar el Congreso. | Manuel H. de Le

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La noticia surgida ayer sobre la posibilidad de que el Gobierno hubiera inflado la cifra de déficit público de 2011 ha generado un amplio debate político, que el Ejecutivo ha querido zanjar desmintiendo que haya engordado el desequilibrio presupuestario o que España esté siendo investigada.

La polémica se ha desatado cuando la agencia de noticias Reuters ha publicado una información en la que fuentes comunitarias aseguraban que España estaba bajo sospecha de haber inflado la cifra de déficit de 2011 para presentar mejores datos en este ejercicio.

El Gobierno español ha negado que haya inflado las cifras de déficit de 2011 a través de la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha asegurado que es «rotundamente falso».

Desmentido

Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha explicado que había hablado personalmente con el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, quien le había «desmentido absolutamente» que España esté siendo investigada por un presunto engaño en torno al dato del déficit.

El propio Rehn, en una rueda de prensa, ha advertido de que circulaban informaciones «incorrectas» que prejuzgan el resultado de medidas que aún no se han tomado, aunque ha instado a España a trabajar «rápidamente» en la presentación del presupuesto para 2012 a fin de demostrar su compromiso con la reducción del déficit.

No obstante, sólo la hipótesis de que se pudiera haber hinchado la cifra de déficit ha hecho que el PSOE reclamara al Gobierno una aclaración inmediata. El portavoz del PSOE en la Comisión de Economía del Congreso, Valeriano Gómez, ha exigido al Gobierno «mayor rigor y mayor seriedad» sobre un asunto «trascendental» que tiene «importantes implicaciones en el conjunto de la economía».