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La banca española podrá seguir recibiendo avales del Estado por valor de 100.000 millones de euros al emitir bonos y obligaciones nuevas, después de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya decidido renovar esta medida aprobada en 2008 por el anterior Ejecutivo.

Otros países europeos también avalan las emisiones de sus bancos para facilitar su financiación y la captación de fondos con menor interés que si acudieran en solitario a los mercados, algo prácticamente imposible en estos momentos para muchas entidades.

En una entrevista en la Cadena Ser, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha justificado hoy la medida por las «enormes dificultades de financiación» de la banca española en estos momentos en los mercados de capitales.

En su opinión, retirar la posibilidad de conceder avales a las nuevas emisiones de la banca «sería una irresponsabilidad» que podría provocar el cierre absoluto del crédito.

En la misma línea, el sector financiero aplaude una medida que permite a las entidades superar las dificultades que tienen en estos momentos para acceder a los mercados.

Según el texto del real decreto de medidas extraordinarias aprobadas en el último consejo de ministros, el aval del Estado garantizará tanto el principal de la emisión como los intereses ordinarios.

Fuentes financieras explicaron hoy a Efe que la banca española recurrió a los avales con el estallido de la crisis financiera, pero dejó de hacerlo cuando la prima de riesgo española se disparó con la crisis de la deuda soberana del euro.

La razón fue que el precio que empezó a tener que pagar la banca por estos avales resultaba mucho más caro que la financiación directa a través del Banco Central Europeo (BCE).

Ahora, sin embargo, se considera que la prórroga de esta medida puede ayudar a la banca española a refinanciar este año más de 120.000 millones.

El real decreto fija un máximo de 100.000 millones para otorgar avales del Estado, más de 92.500 millones para garantizar la aportación de España al fondo europeo de estabilidad financiera, y otros 3.000 millones para avales destinados a garantizar valores de renta fija emitidas por fondos de titulización de activos.

Además, otra de las novedades aprobadas en el último consejo de ministros es que las cajas no tendrán ya que convertirse en fundación, como les obligaba el anterior Ejecutivo, cuando tengan menos del 50 % del capital de sus bancos, siempre que mantengan el control de la entidad.

Para la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), este cambio favorece un esquema regulatorio más sólido y estable, que permitirá culminar el proceso de reestructuración del sector.