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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, eligió ayer a trece personas leales para formar su primer Ejecutivo, que estará capitaneado por Soraya Sáenz de Santamaría como vicepresidenta, ministra de la Presidencia y portavoz, y que tendrá a Luis de Guindos como máximo responsable económico.

Luis de Guindos, secretario de Estado de Economía con José María Aznar, vuelve al Ejecutivo tras bregarse en el sector privado, desde la quebrada Lehman Brothers, hasta PricewaterhouseCoopers. Y es que la herencia de Aznar se deja notar con fuerza como la presencia de Arias Cañete, Ana Mato o Ana Pastor. Otro fiel, Cristóbal Montoro, vuelve a Hacienda, pero asume en este caso también las responsabilidades de Administraciones Públicas.
Fátima Báñez, aliada de Sáenz de Santamaría, se hará cargo de la complicada cartera de Empleo y Seguridad Social con el objetivo de reformar de nuevo la legislación laboral e intentar dejar atrás la cifra de cinco millones de parados.

Las sorpresas

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Convencido de que la política exterior está hoy en día íntimamente ligada a la economía, Rajoy ha llamado para hacerse cargo de Exteriores a José Manuel García Margallo, amigo, un europeísta convencido y experto en finanzas que abandonará el Parlamento de Estrasburgo. Su nombramiento ha sido una de las sorpresas junto al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el ministro de Defensa, Pedro Morenés. Otro de los fijos en todas las quinielas, era el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.

También está presente Ana Pastor, íntima de su «clan gallego» y Ana Mato, una de sus más estrechas colaboradoras en Génova en los últimos tiempos.

Otro nombre seguro, una vez que quedó descartado para la Presidencia del Congreso, era el de Jorge Fernández Díaz, catalán y hombre de profundas convicciones religiosas que acompañó a Rajoy en los ocho años del Gobierno del PP como secretario de Estado y en cuyas manos deja ahora el Ministerio de Interior y la delicada tarea de gestionar el fin de ETA.
Rajoy ha dejado clara su apuesta por viejos compañeros: además de él hay otros dos ministros de la etapa de Aznar y tres exsecretarios de Estado. El nucleo duro lo integran Soraya, Montoro, Gallardón y De Guindos. Con trece ministros, se convierte en el Gobierno más reducido de la democracia, y pierde dos carteras respecto al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Ha desaparecido la paridad, aunque las cuatro mujeres elegidas acumulan buena parte del poder del Gabinete, encabezadas Sáenz de Santamaría. Ni una palabra sobre ministrables tan barajados como Esteban González Pons, Federico Trillo, Elvira Rodríguez o Ignacio Astarloa.