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El presidente del PP y futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido en el Congreso su apuesta por la unidad de mercado y la necesidad de acabar con la «inflación legislativa» de normas distintas según el territorio, que hay que contrarrestar con un proceso de «derogación total o parcial» de regulaciones, si bien ha garantizado que su objetivo es «pactar» y no aprobar un decreto ley para quitar competencias» a ninguna comunidad autónoma.

Así lo ha asegurado durante su réplica al portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, ante el que, no obstante, ha remarcado que no ve prioritaria la propuesta de pacto fiscal planteada por la formación nacionalista, pues el objetivo de la primera mitad de legislatura es reactivar la economía y la creación de empleo, como vía para que las comunidades autónomas mejoren sus cuentas.

El dirigente de la federación catalana le ha reprochado que sólo dedique unos «breves comentarios» sobre Cataluña y «huya» de la propuesta sobre el pacto fiscal, lo cual, según ha señalado, condicionará su posición de cara a la votación de investidura.

Duran ha defendido que la existencia de lesgislaciones distintas en comunidades distintas es «lo más lógico del mundo», y ha puesto el ejemplo de Estados Unidos. «Ya quisiera yo para Cataluña las competencias que tienen los Estados Unidos», ha asegurado.

Unidad de mercado

Rajoy ha emplazado a Duran a hablar de «unidad de mercado» y ha asegurado que en Estados Unidos no hay leyes que impidan la competencia y la actividad y sí una única administración tributaria única que «paga pensiones y seguro de desempleo», extremo en el que el parlamentario catalán ha insistido en corregirle.

«Eliminar trabas y duplicidades es bueno para la generación de riqueza y empleo», ha insistido el líder 'popular', quien ha remarcado que sus propuestas «no van contra nadie». Sin embargo, ha insistido en que su objetivo es que «cuando una administración española reconozca a alguien capacidad para hacer algo, eso valga para todos».

Asimismo, ha recalcado que quiere una «administración eficaz» que no sea un «fin en sí mismo», sino un «instrumento». «No somos ricos, hay cosas que no podemos pagar, nos tenemos que ajustar a lo que podemos pagar», ha incidido, quien ha apostado por el principio de «una competencia, una administración».

En cualquier caso, se ha mostrado conciliador con la federación catalana y ha elogiado las medidas de simplificación normativa aprobadas en Cataluña por el Govern de Artur Mas con el apoyo del PP, pues son «lo que hay que hacer» y se ha ofrecido a «acercar posiciones» en materia educativa, pues no se trata de «ponerlo todo patas arriba».

No tocará el Estatut

Asimismo, ha asegurado que su postura sobre el Estatut catalán, tras la sentencia del Tribunal Constitucional, es «conocida» y no tiene ninguna intención de modificar el texto, así como ha expresado su disposición a «estudiar» de fondo de competitividad y de las exigencias de inversión de la Disposición Adicional Tercera --a la que en un primer momento se ha referido como «octava"--, pues su intención es «cumplir la ley», en función de los recursos del Estado.

Sin embargo, ha recalcado a Durán que si en 2009 ya dijo que no era el momento de plantearse la reforma de la financiación autonómica. «Imagínese ahora», ha añadido, asegurando que el problema del modelo «no es el reparto», sino los recursos con los que cuenta, incrementándolos pro la vía de la reactivación económica y «gastándolos de la forma más eficiente».

«Hay muchas cosa en que coincidimos y otras muchas en que discrepamos, y le ofrezco diálogo y aceptar aquellas propuestas razonables, sensatas y beneficiosa para los intereses de Cataluña y del conjunto de los españoles, ha asegurado Rajoy, que a avanzado a Duran que «próximamente» le hará propuestas «que le van a gustar».