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La maniobra de ERC para lograr el cobro de las subvenciones por buzoneo de propaganda electoral incorporándose provisionalmente al grupo parlamentario conformado por IU, ICV-EUiA y Cha le ha costado la ausencia de su portavoz, Alfred Bosch, en el debate de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.

Y todo porque el «favor» a ERC para facilitarle el reembolso de los gastos del «mailing» electoral desde la denominada «izquierda plural» no llevaba aparejado cesión alguna de tiempo en el debate celebrado hoy en el Congreso de los Diputados.

El plan consistía en admitir a ERC únicamente para conseguir unas subvenciones que no recibirían en el grupo Mixto, ya que sólo se conceden a los partidos con grupo parlamentario propio.

Una vez que la semana pasada la Mesa del Congreso reconoció su presencia en el grupo de izquierdas, ERC presentó un escrito a este mismo órgano para solicitar su pase al grupo Mixto, desde el cual pretendía hoy intervenir Alfred Bosch en el pleno.

Pero además de un problema burocrático reconocido por ERC, existe un acuerdo desde la pasada legislatura, han explicado a EFE fuentes parlamentarias, según el cual los grupos constituidos al comienzo de cada legislatura mantienen su configuración en la sesión de investidura.

Por esta razón, la Mesa del Congreso no ha tomado hoy decisión alguna respecto al requerimiento de ERC, que se ha quedado así en un «limbo» parlamentario, esto es, dentro del grupo de «la izquierda plural» pero sin voz dentro de esta formación.

Así las cosas, el presidente de la Cámara, Jesús Posada, ha transmitido esta misma tarde a los interesados su intención de ser flexible y ampliar el tiempo dedicado al grupo de izquierdas para que ERC pudiera intervenir sin restar nada a los otros portavoces, han revelado a EFE varias fuentes parlamentarias.

Sin embargo, y pese a la disposición de Posada, fuentes de ERC han confirmado que finalmente su portavoz no ha podido subir a la tribuna para exponer su posición sobre la investidura de Rajoy, en una situación insólita en los debates de este tipo, donde hasta las fuerzas políticas más minoritarias siempre disponen de un turno para hablar.