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La juez de la Audiencia Nacional Angela Murillo se hizo 'famosa' por sus 'célebres' frases en los juicios. «Por mí, como si quiere beber vino», en contestación a Arnaldo Otegi cuando éste le pidió agua, fue la cita con la que dio el salto en 2010 a su popularidad al margen de su profesión. «¿Un tiro en la nuca a seres inocentes es violencia política?», es otra de las intervenciones que protagonizó en junio pasado ante la acusada Miren Zabaleta. Ayer, la mediática juez se despistó ante los micrófonos de la sala de vistas, que recogían las palabras de «¡Pobre mujer! ¡Y encima se ríen estos cabrones!».

La juez de la Audiencia Nacional, Angela Murillo, llamó «cabrones» ayer al ex jefe militar de ETA, Javier García Gaztelu, 'Txapote', y otros tres etarras por su indiferencia ante el dolor de una víctima relatando su experiencia. Esta exclamación puede provocar la anulación del juicio, como ya sucedió con anteriores procesos.

Lágrimas

Adoración Zubeldia, viuda del concejal de UPN en Leitza (Navarra), relató entre lágrimas cómo se produjo el atentado en 2001. «Salí al balcón, y lo vi en una esquina, lo vi que estaba contra un arbusto y que se estaba quemando a la vez que la furgoneta», declaró.

También relató su situación actual, todavía en «tratamiento» por las secuelas del atentado, y ha explicado que antes de él, su marido había recibido amenazas, al tiempo que aseguraba cómo podrían haber asesinado a su hijo ya que cogía el vehículo «muchas veces para ir a trabajar».

'Txapote', que contempló el testimonio de la víctima sin realizar ningún gesto, y dos de sus compañeros de banquillo -los miembros del 'comando Argala' Andoni Otegi y Oscar Celarain-, se negaron a obedecer a la presidenta del tribunal, Angela Murillo, y ni siquiera se puso en pie para decir que no iban a participar en el procedimiento.