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La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha negado este viernes que España vaya a adoptar más medidas de ajuste para presentarlas en las cumbres de la UE del 23 y 26 de octubre, en las que se pretende adoptar un plan global para hacer frente a la crisis de deuda de la eurozona.

«No, en absoluto», ha dicho Salgado al ser preguntada por si el Gobierno adoptará nuevas medidas por presiones de la UE a cambio del refuerzo del fondo de rescate para países endeudados.

«Nosotros hemos adoptado muchas medidas. Incluso desde la reforma de la Constitución, hemos aprobado un decreto ley que evita que haya repercusión sobre el déficit en el caso de la reestructuración del sistema financiero, hemos aprobado un acuerdo de no disponibilidad de 650 millones de euros, hemos publicado los planes de equilibrio de las comunidades autónomas», ha enumerado la vicepresidenta.

El borrador de conclusiones de la cumbre da a entender que la UE está presionando a Italia y España para que presenten nuevas medidas a cambio del refuerzo del fondo de rescate, que beneficiará especialmente a los dos países. Un alto funcionario europeo aseguró este jueves que no le sorprendería que Madrid y Roma anunciaran ajustes en el Consejo Europeo para generar confianza en los mercados.

Apoyo a la opción francesa

Salgado ha defendido el refuerzo del fondo de rescate para contener el riesgo de contagio y ha dicho que la opción preferida de España sería hacerlo con la ayuda del Banco Central Europeo (BCE), tal y como defiende Francia frente a la oposición de Alemania y la propia autoridad monetaria.

«En un mundo ideal, sí que sería bueno que el BCE tuviera un papel más activo. Pero creo que en el terreno de lo que es factible de inmediato tenemos que considerar también otras posibilidades», ha señalado en declaraciones a la prensa a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la eurozona que debe preparar las cumbres.

«Nosotros apoyamos cualquier esquema que pueda aumentar la capacidad, que no sea discriminatorio y que en vez de dificultar el acceso a los mercados lo favorezca», ha defendido Salgado. Y ha señalado que la opción de que el fondo avale la deuda de países como España o Italia «es sólo una de ellas» y «tendrá que ser no discriminatoria y sobre algunas bases seguramente distintas».

Salgado ha restado importancia a las discrepancias entre Francia y Alemania sobre el fondo y la quita a la deuda griega. «Más que los desacuerdos entre dos países, lo que me preocupa y lo que nos ocupa, a lo que nos vamos a dedicar es a construir un consenso global sobre todas las medidas que es necesario aprobar», ha dicho.

España apoya el pago de la ayuda urgente de 8.000 millones para Grecia, correspondiente al sexto tramo del primer rescate de 110.000 millones de euros aprobado en mayo de 2010, «si los informes (de los inspectores) son favorables. «España está dispuesta a hacer su parte. (...) Nos corresponderían en el entorno de los 750 millones, pero el Tesoro tiene disponible esa cantidad para cuando se decida aportarla», ha señalado Salgado.

El Gobierno espera además que en las próximas cumbres se logre «resolver la crisis de Grecia y hacer que su deuda sea sostenible». «Para que su deuda sea sostenible hay que hacer algunos ajustes», ha agregado, en referencia a un posible aumento de la quita del 21% decidida en julio.

Sin datos sobre la recapitalización

Salgado ha asegurado que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) todavía no ha proporcionado los datos sobre las necesidades de la banca española de cara a la recapitalización general que tiene previsto hacer la UE y que debe aprobarse también en las cumbres.

«Los números todavía no están definidos. Los números tiene que proporcionarlos la EBA de acuerdo con hipótesis sobre las que todavía se está discutiendo», ha apuntado la vicepresidenta, que ha sostenido que en estas hipótesis «no hay ninguna quita» a la deuda española. «Eso no ha estado nunca sobre la mesa», ha insistido.