El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en una entrevista.

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La portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, criticó ayer al diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano (Bildu), por hacer distinciones entre las víctimas catalanas de ETA y las demás.

Mendía, en una entrevista con Radio Euskadi recogida por Efe, se ha referido a las declaraciones efectuadas ayer por Garitano en un curso de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE) que se celebra en Prada de Conflent (Francia), donde dijo que los atentados de ETA en Cataluña fueron «más que un error» y que la izquierda abertzale le debe «un respecto especial a las víctimas en Cataluña».

La portavoz del Gobierno Vasco ha reconocido que a Garitano «no le habíamos oído una condena tan clara como la que hizo ayer con respecto a unas víctimas de ETA», pero ha señalado que no entiende «porqué se para ahí y hace esa distinción» entre las víctimas catalanas y las que no lo son. «Las víctimas -ha agregado Mendía- no merecen esa distinción. Todas las víctimas del terrorismo de ETA y de cualquier terrorismo se merecen el mismo respeto y la misma reivindicación de su memoria».

Sin fundamentos jurídicos

Por su parte, El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, asegura que el Gobierno «no cometerá el error» de instar a la ilegalización de Bildu si no tiene base jurídica para ello y subraya que el Ejecutivo «no maneja», de momento, esa posibilidad.

Jáuregui, en una entrevista con Efe, insiste en que a tenor de los informes que maneja el Gobierno, «no hay en este momento argumentos» para instar a la ilegalización de Bildu, coalición declarada legal por el Tribunal Constitucional porque «se comprometió con la paz y con unos estatutos que rotundamente rechazan la violencia».

Aunque el Ejecutivo «no maneja la hipótesis» de pedirlo, el ministro de la Presidencia advierte de que en el ordenamiento jurídico «existen argumentos para una ilegalización sobrevenida», bien porque Bildu no condenara y rechazara la violencia o por otro tipo de actuaciones que justificaran claramente la ilegalización.

El ministro de la Presidencia opina que «se está produciendo un proceso enormemente esperanzador» tras dos años sin víctimas mortales en atentados de ETA, una desaparición de la violencia que, según Jáuregui, «no ha sido condicionada por ninguna negociación previa», sino que «es consecuencia de su derrota, de su propia reflexión».
Por todo ello, Jáuregui aboga por ser «inteligentes» para conseguir que ese proceso «acabe definitivamente en el fin de la violencia para siempre».