Elena Salgado pasaría a ser vicepresidenta primera. | Efe

TW
0

Alfredo Pérez Rubalcaba ya es el candidato del PSOE a las elecciones generales. Ahora el nuevo problema de José Luis Rodríguez Zapatero es quién tomará su relevo. Así, el presidente del Gobierno se reunió anoche con un reducido número de dirigentes del PSOE y con Rubalcaba para cerrar la remodelación, que desde todos los ámbitos socialistas se da por hecho que serán cambio reducidos y el ámbito se ceñirá al de llenar los huecos que deja Rubalcaba: ministro del Interior, portavoz del Ejecutivo y vicepresidente primero.

El trabajo de Rubalcaba se lo repartirían tres personas. Antonio Camacho, Ramón Jáuregui y Elena Salgado encabezan las quinielas para sustituir al delfín socialista.

Pero todavía quedan ocho meses largos para las elecciones, si es que no se adelantan, como apuntan todas las previsiones. Las quinielas apuntan a tres soluciones. Para el Ministerio del Interior, ascender el segundo de Rubalcaba. Para el cargo de portavoz, elegir quien, según todos, tiene más facilidad de palabras. Y para la vicepresidencia, modificar los números.

Los cambios

Traducido, esto significa que Antonio Camacho, actual secretario de Estado de Seguridad, sería el nuevo titular de Interior, Ramón Jáuregui haría de portavoz. Antonio Camacho era hasta ahora el número dos de Rubalcaba en el Departamento de Interior. Concretamente, es el secretario de Estado de Seguridad desde que Zapatero llegó al Gobierno y conoce a fondo los secretos de la lucha contra ETA.

Ramón Jáuregui es el actual ministro de Presidencia. La plana mayor del PSOE lo considera, junto a Rubalcaba, uno de los mejores comunicadores con los que cuenta el partido.

La gran incógnita está en el cargo de vicepresidente primero. La opinión generalizada es que Zapatero podría limitarse a ascender de puesto la vicepresidenta segunda, Elena Salgado. Otra opción es la de que Manuel Chávez, actualmente vicepresidente tercero, salta a la Vicepresidencia Primera y Salgado se quede en su puesto. La solución a este crucigrama la despeje probablemente hoy Zapatero. El presidente del Gobierno deberá informar de la remodelación al Rey y, si sigue el protocolo que ha aplicado en otras ocasiones similares, convocar a los medios de comunicación en La Moncloa para anunciar los nombramientos.