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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que comprende la impaciencia ciudadana por ver «el final del túnel», pero pidió confianza en las reformas y reclamó colaboración a la oposición para desmentir el augurio de que en España habrá una generación perdida. En su último discurso como jefe del Ejecutivo en un debate sobre el estado de la nación, repasó las iniciativas adoptadas contra la crisis y ha anunciado, sin mayores concreciones, otras nuevas para proteger a quienes no pueden pagar sus hipotecas, apoyar a las pymes y los autónomos ante la morosidad de los ayuntamientos y proponer una regla de techo de gasto para las comunidades autónomas.

Zapatero anunció en el debate medidas dirigidas a dos colectivos especialmente afectados por la crisis económica: las familias que padecen embargos hipotecarios y las empresas y autónomos que sufren la morosidad de los ayuntamientos. El jefe del Ejecutivo desgranó ambas iniciativas en el transcurso de la réplica al portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida. Para ayudar a las familias que se encuentren en la situación «auténticamente insostenible» de no poder hacer frente al pago de su hipoteca, se elevará la cantidad no embargable en estos procesos a 961 euros, es decir, sumando un 50 % al salario mínimo interprofesional (SMI), que es de 641 euros.

Se incrementa el SMI

Este importe se incrementará un 30 % adicional del SMI por cada miembro del grupo que no disponga de ingresos propios regulares, lo que significaría que en el caso de que haya dos miembros en esta situación la cantidad ascendería a 1.350 euros. Según un informe del Consejo General del Poder Judicial, en el primer trimestre de 2011 los desahucios crecieron un 36,3 %, hasta los 15.491.

Además, Zapatero anunció la puesta en marcha de una línea de crédito ICO a tres años para que las entidades locales hagan frente al pago de facturas pendientes a 31 de abril de 2011 a empresas y autónomos. Se trataba de una reivindicación tanto de formaciones políticas como el PP como de los alcaldes socialistas.

Insiste en agotar la legislatura

Zapatero, cerró ayer su discurso del debate del estado de la nación con un tono de clara despedida, agradeciendo tanto a la población española como a los grupos parlamentarios del Congreso estos años.

En el que es su último discurso del estado de la nación y visiblemente emocionado, Zapatero finalizó dirigiéndose a la Cámara y, en especial, a la bancada del PP, recordando «los debates acalorados» mantenidos los últimos ocho años, «tanto en época de prosperidad como en la actual época de dificultad».

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El presidente indicó que siempre se ha presentado a estos debates con «una actitud de respecto» de cara a los rivales parlamentarios y ha considerado que el tono de los debates ha demostrado una de las grandes virtudes de la democracia española. «Pero siempre hemos preservado la mayor riqueza que tenemos, la convivencia en paz y en libertad. De ahí que mi actitud siempre que he subido a hacer un debate del estado de la nación ha sido de respeto», añadió el presidente.

Pese al tono de despedida, Zapatero insistió en agotar la legislatura y recurrió a la economía para aferrarse al poder. El presidente aseguró que el Ejecutivo español prevé que el «ligero proceso de recuperación» en el que se encuentra la economía española se «acelere» en la segunda mitad de 2011. Además indicó que quedan muchas reformas aún pendientes de aprobar.

Un líder sin propuestas

El líder del PP, Mariano Rajoy, se presentó ayer sin hacer propuestas y reprochó de nuevo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que reclame el apoyo de los populares a sus medidas, puesto que actuar así supondría «sumarse a los errores» del Gobierno, y eso, en su opinión, «no es democrático». «La prima de riesgo está cada vez peor, cada vez hay menos crédito, cada vez más dudas... ¿Qué quiere?, ¿que le apoye pensando como pienso que es un error descomunal? No puede pedir usted a ninguna oposición que se sume a sus errores, no lo puede hacer, no es democrático».

Con estas palabras se ha expresado el líder del Partido Popular en el turno de dúplica al presidente del Gobierno, dentro del debate sobre el estado de la nación.

Recuerdo a los militares

Mariano Rajoy, al igual que el presidente Rodríguez Zapatero, comenzó su discurso con un homenaje a los dos militares fallecidos en un atentado en Afganistán y ha enviado un cariñoso saludo y recuerdo a los familiares.
Una intervención que Rajoy cerró deseando a Zapatero, en su último debate de estas características, «lo mejor para su futuro personal y familiar».

Como en el discurso anterior, Rajoy recalcó que no es cierto que su partido rechace por sistema las medidas del Gobierno, y en alusión directa a la ministra de Defensa, Carme Chacón, y al extitular de Exteriores Miguel Angel Moratinos, ha recordado el respaldo que su organización ha dado a las misiones de las tropas españoles.
Pero, insistió otra vez, la gestión económica no puede encontrar la adhesión del PP, en especial porque son el Gobierno y su presidente los que «generan una desconfianza mayúscula». Para Rajoy, son los militantes del PSOE los que han convertido a Zapatero en «el símbolo de la resistencia para mantener el pasado».

Rajoy también instó al Gobierno a «permanecer vigilante» y a no dejar pasar como «hechos consumados» la actitud de Bildu en los ayuntamientos porque, dijo, «les debe hacer saber que los demócratas no les vamos a pasar ni una chulería y ni una amenaza».