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El conseller de Interior, Felip Puig, ha pedido hoy un rechazo «claro y decidido» contra la violencia de las «guerrillas urbanas», ya que considera que estos grupos se han sentido a veces amparados y se han creído con «impunidad total» para actuar, como cree que ocurrió con el cerco al Parlament del 15-J.

En una comparecencia en el Parlament, Puig ha advertido que en Barcelona ya hace tiempo que se han «incrustado» grupos violentos que actúan como una «guerrilla urbana» con objetivos «lúdicos y políticos» y ha lamentado que no siempre han contado con el «rechazo necesario», pese a que en Cataluña «la violencia no tiene apoyo».

En este sentido, ha recordado que tras la operación para limpiar la plaza de Cataluña -el pasado 27-M-, ya dijo que escondidos en el movimiento de 'indignados' había grupos violentos y no se le creyó y se culpó de la violencia a la policía, por lo que cree que, al contar con el «amparo social», los violentos se sintieron con «impunidad total» para cruzar las «líneas rojas» en el cerco al Parlament.

Puig ha afirmado que no quería establecer comparaciones entre los dispositivos del día 27 de mayo -cuando ordenó limpiar la plaza de Cataluña, ocupada por 'indignados', para prevenir incidentes ante la posible celebración de la victoria del Barca en la Liga de Campeones- con la del 15 de junio, durante el asedio al Parlament.

Sin embargo, ha recordado que en ambos casos se ejerció la violencia, el 27-M contra la policía y el 15-M contra los diputados.

El conseller ha lamentado entonces que tras el dispositivo del 27-M, en el que la actuación de los Mossos fue duramente cuestionada por algunos partidos de la oposición y por amplios sectores sociales, hubo «un gran interés» en disimular la violencia por parte de algunos 'indignados' y en culpar a la policía de los incidentes.

Según Puig, al centrarse todas las críticas en la policía, los grupos de violentos que había entre los 'indignados' obtuvieron un «amparo social», que fue uno de los factores que les permitió sentirse con «impunidad total» y les «impulsó» a «cruzar las líneas rojas» en el cerco al Parlament del 15-M, cuando zarandearon, insultaron, escupieron y pintaron a algunos diputados que intentaban entrar al Parlament.

Por este motivo, ha pedido que haya una actitud social «clara y decidida» contra estas expresiones violentas, ya que pese a que en Cataluña «la violencia no tiene apoyo», no siempre cuenta con «el rechazo necesario».

Como ejemplo, Puig ha indicado que considera que los 'indignados' pacíficos que estaban cercando al Parlament y veían que había grupos que actuaban con violencia tendrían que haber abandonado su protesta para «no dar cobertura a los violentos».

Además, ha lamentado que haya grupos sociales que digan que rechazan la violencia pero que paralelamente defiendan que estos grupos que provocaron los incidentes «en el fondo tienen razón» o que haya gente que admita que los violentos «se pasaron» pero que si luego el juez les manda a la cárcel digan que «no había para tanto».

«No se puede amparar la violencia, ni que sea de buena fe», ha insistido.

El conseller ha vuelto a asumir que el dispositivo para proteger a los diputados durante el cerco al Parlament tuvo «limitaciones» -"podría haber ido mejor, pero lo cierto es que también habría podido salir peor», ha señalado-, aunque ha dudado de que todos los diputados hubieran aceptado de antemano entrar con vehículos excepcionales al Parlament sin comprobar previamente con sus propios ojos que el ambiente estaba muy caldeado.

En este sentido, ha insistido que él ya dijo que el 27-M había grupos de violentos y que no todos los partidos le creyeron.

El conseller ha insistido además en la necesidad de revisar las estrategias de actuación en el ámbito del orden público para actuar ante este nuevo fenómeno violento en un contexto de cambio de ciclo por la nueva situación económica y social.

En este sentido, ha anunciado que pretende incrementar el número de agentes antidisturbios y potenciar la grabación de imágenes durante los dispositivos de orden público y ha avanzado que ya ha ordenado la creación de una unidad permanente dentro de la división de información para recabar pruebas para que los violentos no queden impunes, y que ha pedido que el área de investigación criminal refuerce la investigación de estos grupos organizados.