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Los 'indignados' volverán a tomar la calle hoy, con decenas de manifestaciones que se celebrarán bajo el lema: «Europa para los ciudadanos y no para los banqueros». Las marchas se desarrollarán en más de 60 localidades españolas. El éxito de participación en las manifestaciones del pasado 15 de mayo, en las que decenas de miles de personas mostraron su indignación con un sistema que «no les representa», ha impulsado una nueva jornada de protestas. Dicen que «ese día se prendió una llama que no queremos que se apague».

Los convocantes exigen que «se gobierne para el pueblo y no contra el pueblo». Reclaman unos salarios dignos, que no haya recortes sociales y que se evite «la destrucción de los derechos de los trabajadores».

No al Pacto del Euro

Esta vez las concentraciones hacen especial énfasis en el rechazo al Pacto del Euro, que tiene previsto su aprobación el 23 y el 24 de junio en el Parlamento Europeo. «Supone una sentencia de muerte para la economía española. Va a traer consecuencias desastrosas para las pequeñas y medianas empresas», explicó uno de los portavoces de Democracia Real Ya (DRY), Jon Aguirre Such.

Este pacto está constituido por un paquete de medidas económicas que pretenden «impulsar la competitividad de la región» para combatir la crisis y la deuda. Sus principios fueron aprobados el pasado mes de marzo por los líderes de los 17 países de la zona euro. Las manifestaciones previstas para el 19-J tienen un marcado carácter internacional, y es que habrá movilizaciones en una decena de países europeos. Francia, Bélgica, Portugal, Inglaterra, Alemania o Italia, entre otros, se sumarán a la protesta para exigir un cambio real en el sistema político y económico.

Mientras, el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió ayer desde San Petersburgo al movimiento 15-M que el derecho a la manifestación hay que ejercerlo cumpliendo las reglas de la democracia y ha tachado de «inadmisible» la intimidación y la coacción a las instituciones democráticas.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, prometió ayer combatir «con todas sus fuerzas» movimientos «muy minoritarios» como el de los 'indignados' que atacaron a los diputados del Parlament el pasado miércoles.