Los indignados del movimiento 15-M acampados en la Puerta del Sol de Madrid, recogiendo las tiendas de campaña. | Efe - Sergio Barrenechea

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Una comida popular, una meditación espiritual, una charanga y hasta una performance para defender los derechos de los animales constituyeron ayer las últimas actividades con las que los 'indignados' de Sol se quisieron despedir de la céntrica plaza madrileña antes de desmontar el campamento. Todo un trajín.


El pasado 7 de junio los componentes en asamblea decidieron abandonar la plaza y ayer tocaba cumplir con lo acordado. Bajo el lema 'No nos vamos, no expandimos', los indignados quisieron dejar claro que «no queremos perder fuerza», queremos «continuar el impulso con otro tipo de actividades, como las manifestaciones frente al Congreso de los Diputados o las asambleas en barrios y municipios».


Trajín


El caso es que a las 12 del mediodía ya se podía ver en la plaza a varios de los concentrados desmontando las tiendas de campaña, trasladando palés o quitando lonas, gracias a la ayuda de personas que se trasladaron para comenzar a guardar todo el material en camionetas con el fin de que la plaza recupere la normalidad.


Y es que, según un portavoz del movimiento, el objetivo es «dejar la plaza más limpia que antes de la acampada», por lo que, cepillo en mano, con lejía y jabón, limpiaron las principales zonas, así como la entrada acristalada de la estación de Cercanías de Renfe, repleta de carteles y pegatinas.

En Palma continúan

Los 'indignados' de Palma no se plantean levantar el campamento tal y como ayer hicieron los seguidores del movimiento 15-M en la mayoría de las ciudades españolas, en especial en Madrid y Barcelona.
Hoy entran en su quinta semana de protesta, tiempo en el que se cumplirá un mes desde que el movimiento 15-M tomó la Plaça d'Espanya y enarboló la bandera de Islandia en la estatua de Jaume I.

«Un país que metió en la cárcel a los banqueros y consiguió la dimisión en pleno de su Gobierno», dijeron.
Sea como fuere, los de la 'plaza de Islandia' siguen con carácter «indefinido» su protesta «no violenta», dijeron.

El jueves se planteó por primera vez como punto a debatir en el orden del día del viernes la posibilidad de levantar el campamento. Pero no alcanzaron un acuerdo de mínimos.

Hoy, a las 20.00 horas volverán a reunirse los miembros del movimiento 15-M y estará en el orden del día el debate sobre desalojar la Plaça d'Espanya.

En la asamblea de ayer, como cada domingo, se debatieron puntos relacionados con acciones puntuales, como ocurrió la semana pasada, cuando decidieron reorganizar los puntos de información y el campamento, en general, para dar una imagen más seria.

Los 'indignados' volvieron ayer a reivindicar una democracia real, «no un voto cada cuatro años». Una democracia «representativa» y «participativa» en la que se tenga en cuenta a los ciudadanos.