El rey Juan Carlos, junto al secretario de Economía, José Manuel Campa y el gobernador del Banco de España, Miguel Àngel Fernández Ordóñez . | Juanjo Martín

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El gobernador del Banco de España, Miguel Àngel Fernández Ordóñez, urgió al Gobierno a afrontar los problemas de la economía española y a no culpar sólo a los mercados, y dijo que lo más urgente es cambiar el marco legal del empleo para frenar el paro, hacer crecer el PIB y reducir la prima de riesgo.

En su intervención en la Asamblea Anual del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Fernández Ordóñez aseveró que culpar sólo a «la avaricia y a la maldad de los mercados» de las dificultades que atraviesa España «sería una pérdida de tiempo».

En este sentido, pidió que se modifique el marco legal e institucional para crear empleo, ya que España se sitúa entre los países con las tasas de paro más altas del mundo, al tiempo que solicitó responsabilidad a los empresarios para introducir cambios en la negociación colectiva para facilitar la contratación de trabajadores.

Centrados en las reformas

También insistió una vez más en que España tiene que concentrarse en completar las reformas pendientes para reducir la prima de riesgo de la deuda española frente a la alemana -la de referencia en Europa-, ya que mientras esto no ocurra no podrá reactivarse el crédito.

«No deberíamos aceptar tener que pagar un spread -diferencial entre la deuda española y la alemana- del orden de los 200 puntos básicos durante mucho tiempo», ya que esto podría acabar reduciendo la oferta de crédito y encareciendo su coste, dijo.

Sobre la reforma del sistema financiero español, que afecta sobre todo a las cajas de ahorros, Ordóñez insistió en que se está haciendo correctamente y en los plazos previstos, y destacó el alto grado de transparencia que la caracteriza, como quedó de manifiesto en las pruebas de estrés del pasado verano.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien también participó en este encuentro, opinó que el Gobierno y los empresarios deben «perseverar» en hacer reformas estructurales para acelerar el cambio de modelo productivo e hizo autocrítica al asegurar que el Ejecutivo no puede ser «autocomplaciente», ya que la «débil» situación del mercado laboral «obliga a seguir con la agenda reformista».