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ETA emitió ayer un breve comunicado en el que trata de aclarar el tiroteo del pasado 9 de abril en Creuse (Francia) contra un gendarme galo que resultó herido en un hombro asegurando que ese tipo de acciones van «en contra de su voluntad», al tiempo que responsabiliza de lo ocurrido a los Gobiernos de España y Francia por «hostigar, detener, torturar y encarcelar a ciudadanos vascos».

«En consecuencia, despreciando la voluntad de ETA y el deseo de la sociedad vasca, los Gobiernos de España y Francia y sus fuerzas armadas, que hostigan, detienen, torturan y encarcelan a ciudadanos vascos tienen toda la responsabilidad sobre lo sucedido», dicen los terroristas.

Se trata de una breve nota de tres puntos fechada el 19 de abril, pero publicada en la edición impresa de ayer del diario Gara y que comienza diciendo que «comprende la preocupación que estos hechos pueden producir entre la sociedad vasca y entre los agentes vascos». «En ese sentido, queremos recordar que estos enfrentamientos son contrarios a la voluntad de ETA», añade.

En nombre del PSOE, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, abanderó las reacciones, en las que se da «cero credibilidad» a ETA, a sus comunicados y a sus actas.

Sin bajar la guardia

El Gobierno vasco subrayó que ETA «sigue desaprovechando sus pronunciamientos para no decir lo que la sociedad vasca le reclama» y advirtió a la banda que el Estado de Derecho «no está en tregua» y que lo tendrá en contra mientras no renuncie definitivamente a la violencia.

Para el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, la advertencia de ETA respecto a que el camino será largo y duro obliga a estar en alerta respecto a la pervivencia de la organización terrorista.

No obstante, ha insistido en que sus comunicados son, «desgraciadamente, más de lo mismo».