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A menos de dos meses de las elecciones autonómicas y municipales de mayo y después de que Zapatero anunciara su voluntad de no presentarse a la reelección, los barones socialistas han pedido 'dejar a un lado' el debate sucesorio para centrarse ahora en el 22 de mayo. Además, dirigentes del PSOE como José Antonio Griñán o José Montilla han aprovechado el Comité Federal para pedir «unidad» con la que afrontar el futuro periodo de primarias y dar estabilidad al Ejecutivo.

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha afirmado que su partido aparcará el debate para suceder a José Luis Rodríguez Zapatero hasta después de las elecciones de mayo, y que a partir de ahí decidirán «el liderazgo que más conviene al PSOE para volver a ganar a Rajoy».

Uno de los miembros de la 'vieja guardia' socialista que más ha abogado sobre la unidad ha sido el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, para el que «ha hablado quien debía hablar y yo sólo tengo lealtad y respeto».

Un deseo que es compartido por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, uno de los barones socialistas que más apremiaron al presidente del Gobierno para que adelantara su decisión.

Democracia interna

En todo caso y pese a señalar que «sólo después -de las elecciones- vendrá el momento de la democracia interna», Barreda ha aprovechado para declarar que «hay muchos compañeros y compañeras cualificados» para suceder a Zapatero y ha defendido que «lo importante es la metodología y la posibilidad está abierta».

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha elogiado el ejercicio de responsabilidad de Zapatero y le ha dicho que no le pedían que no se presentase, sino que despejara las dudas, dejando medianamente claro su oposición a Zapatero.