El presidente Rodríguez Zapatero conversa con el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la sesión plenaria celebrada el 22 de diciembre de 2010. | Efe

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José Luis Rodríguez Zapatero mantiene el suspense, no sólo para el gran público sino también para los suyos. Hoy se reúne el Comité Federal del PSOE, la cúpula del partido está en vilo y sus principales dirigentes aseguran desconocer el sentido de la intervención que para desenmarañar el enredo sucesorio hará el presidente del Gobierno.

La dirección del PSOE quiere a toda costa evitar la división interna en el Comité Federal y conseguir que el partido se concentre en las elecciones autonómicas y municipales, sea cual sea la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre su futuro político.

Esta reunión ordinaria del máximo órgano del partido entre congresos es la más esperada de los últimos tiempos ante la posibilidad de que Zapatero clarifique el enigma sucesorio, después de que hace unos días se apuntara insistentemente esta fecha como el momento en el que el líder del PSOE podría anunciar que no opta a un tercer mandato, aunque agotaría la legislatura.

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Una hipótesis que ha ido perdiendo seguidores a medida que se acercaba el día, sobre todo desde que el propio Zapatero pidió en la última reunión de la Ejecutiva Federal que se aplacara la polémica y se mostró disgustado ante el calibre que había alcanzado. En el caso de que hoy anunciara que no repite, el PSOE tendría que abrir un proceso de elecciones primarias para designar a un nuevo candidato, si hubiera más de uno.

Las quinielas sucesorias incluyen al vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y a la ministra de Defensa, Carme Chacón, aunque los dos guardan silencio a este respecto. La idea de que Zapatero no va a optar a un tercer mandato está prácticamente instalada en el PSOE, aunque no son pocos tampoco los que advierten de que el presidente del Gobierno es un experto dando «sorpresas» que nadie espera.

No se ponen de acuerdo quienes piensan que lo mejor sería que Zapatero despejase la incógnita antes del 22-M, para no convertir esos comicios en un plebiscito sobre su figura, y quienes creen que eso sería un error y que lo más conveniente es esperar al otoño.

Entre los que defienden la primera tesis se encuentran algunos «barones» socialistas, como los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Castilla-La Mancha, José María Barreda.