Los magistrados que integran la sala especial del 61 del Tribunal Supremo, al inicio de la vista pública en la que se examinan las demandas interpuestas por la Fiscalía y la Abogacía del Estado contra Sortu para impedir la inscripción de la nueva formación abertzale en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior. | Efe

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Los miembros de la Policía y de la Guardia Civil que han declarado como testigos en el Tribunal Supremo en la primera sesión de la vista de las demandas de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado contra Sortu han coincidido en que la formación forma parte de la estrategia de ETA y cuenta con su beneplácito.

Así lo ha dicho uno de los miembros de la Policía que elaboró los informes sobre Sortu incorporados a las demandas, que ha señalado que la nueva formación abertzale es una iniciativa de Batasuna «para refundarse» -'son las mismas personas con un proyecto nuevo'- y que ha recibido el «plácet» de la banda.

Sortu, según este agente, se engloba dentro de la estrategia de ETA para retornar a las instituciones tras las elecciones locales del próximo 22 de mayo.

Nuevo proyecto

El testigo ha admitido que el nuevo proyecto tiene como novedad fundamental que «alude a la condena de la violencia», pero ha señalado que ello obedece a una «evaluación utilitarista» de la izquierda abertzale, que no rechaza el terrorismo por una cuestión de principios, sino porque ya no lo considera útil.

La resistencia de los representantes de la izquierda abertzale, incluidos los de Sortu, a condenar a ETA responde, según los demandantes, a las directrices establecidas por la banda en un documento intervenido en febrero de 2009, en el que se permitía a los primeros de «matizar o contextualizar» su postura frente a la violencia, pero nunca condenarla expresamente.

Para ilustrar esta circunstancia, han incorporado como prueba las actas de los plenos celebrados por los Ayuntamientos de Burlada y de Alsasua los días 23 y 25 de junio de 2010 en los que se debatieron sendas mociones de condena contra actos de violencia callejera.

En Alsasua, donde la moción fue aprobada por unanimidad, se cambió el término «condena» por el de «rechazo» a petición de los concejales de ANV, mientras que en Burlada los representantes de este partido se abstuvieron, ya que la declaración era de condena y no de rechazo.

Tanto los miembros de la Policía como los de la Guardia Civil han señalado además que Sortu es la plasmación del proyecto político establecido en la ponencia Zutik Euskal Herria, con el que culminó un proceso de debate interno iniciado en 2008 y durante el que ETA manifestó algunas discrepancias respecto a la línea mantenida por Batasuna.

Los testigos han asegurado que las diferencias no eran sobre el fondo, sino una cuestión de tiempos, ya que mientras que ETA abogaba por iniciar otra etapa de atentados para forzar al Estado a negociar, Batasuna pensaba que no debía fiar su futuro a un nuevo ciclo de violencia que se adivinaba largo y de resultado incierto.