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Entre marzo y junio los principales bancos y cajas españoles deberán volver a pasar las pruebas de resistencia europeas, que en esta ocasión endurecerán las exigencias. Esto y las necesidades de recapitalización impuestas por el Banco de España, han hecho entrar a las entidades financieras en una carrera para poder sacar rendimiento al gran stock de pisos que tienen por vender para poder así aligerar gastos.

Bancos y cajas intentan vender los inmuebles acabados. De hecho, si se suman tanto los pisos como las promociones enteras que las principales entitades financieras se han adjudicado, el total llega a 22.000 inmuebles, de los cuales más de la mitad son de promotores y constructores y más de 10.000, de particulares que no han podido hacer frente a la hipoteca.


Las entidades necesitan vender estos inmuebles de los que no sacan ninguna rentabilidad y sí muchas facturas a pagar, ya sea en impuestos o gastos de comunidad.


Las cajas que necesitan reforzar su capital para cumplir con los nuevos criterios de solvencia ultimarán esta semana los planes de viabilidad que deben remitir al Banco de España antes del 28 de marzo. El objetivo de esos planes es determinar la estrategia exacta que pretende seguir cada entidad para evitar que el Estado entre en su accionariado.