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Nueva Rumasa ha negado haber engañado a sus inversores y ha asegurado que se han sacado de contexto determinadas frases que se incluían en el dossier de correspondencia con el Grupo Santander que ayer entregó en rueda de prensa.

Según ha indicado en un comunicado, ha puesto a disposición de los interesados el folleto informativo de las diferentes emisiones con los datos de los informes de las auditorías de las sociedades que emiten los pagares, incluyendo la valoración de sus activos y detalles de la deuda financiera y de los netos patrimoniales.

La información comercial y el plan de negocio de la sociedad emisora han sido también puestos a disposición de los inversores.

Según Nueva Rumasa, siempre ha comunicado el destino de la inversión y las distintas emisiones de pagares le han permitido al adquirir siete compañías.

Ha enumerado que se han incorporado empresas y marcas como Quesería Menorquina y la bodega Caydsa, así como Gran Hotel Semiramis, Hotasa Taburiente Playa, Hotasa Costa Salinas, Hotasa Columba Mar y Hotasa Sarah.

La compañía ha insistido en que la publicidad de cada una de las emisiones siempre ha estado dentro de la más absoluta legalidad y en estricto cumplimiento de la normativa vigente de la ley y de autocontrol de la publicidad.

Cartas sacadas a la luz

Nueva Rumasa pidió a Banco Santander un crédito de 30 millones de euros a un tipo de interés disuasorio del 20 % en agosto de 2010, a través del despacho de abogados DLA Piper, según figura en el dossier de cartas que ha difundido Nueva Rumasa.

La misiva, destinada al director general de riesgos de Banco Santander, Javier Peralta, la suscribe el socio director en España de DLA Piper, Juan Picón, despacho que desde marzo de 2010 había sido contratado por Nueva Rumasa para que les asesorara en la refinanciación de las deudas con Banco Santander y Banesto.

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El consejero delegado de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, indicó ayer que la deuda del grupo con el grupo Santander ascendía a 400 millones de euros, más de la mitad de los 700 millones de la deuda bancaria de este grupo de alimentación.

En la carta, Picón le recuerda una conversación anterior en la que Peralta le indicó antes del verano de 2010 la necesidad de vender activos y reducir la deuda y que en caso de no hacerlo el banco «iniciaría las acciones de ejecución que por derecho le corresponde».

Picón solicita a Banco Santander que firme a la mayor brevedad la refinanciación sin esperar a la materialización de una venta.

En nombre de Nueva Rumasa, Picón solicitaba, para evitar tensiones puntuales de tesorería que «pudiesen poner a Nueva Rumasa en una «situación incómoda», una línea de 30 millones de euros a un tipo de interés «disuasorio» del 20 % «que forzase su utilización sólo en circunstancias extremas».

Picón les pone al corriente de operaciones que en aquella fecha llevaba en marcha Nueva Rumasa para vender activos, entre ellos cuatro hoteles al grupo de medios Carat, que estaban hipotecados a favor del Santander, y que supondría la sustitución del deudor hipotecario y sacar del balance de Nueva Rumasa 45 millones de euros

Además, menciona otra transacción más relevante, que tampoco se ha producido a fecha de hoy, para la venta y alquiler posterior de inmuebles de Clesa, Carcesa y Bodegas Garvey, que supondría una reducción de la deuda de Nueva Rumasa con el grupo Santander de entre 70 y 107 millones de euros.

Carta manuscrita

El dossier incluye una carta manuscrita del patriarca de la familia, José María Ruiz-Mateos, dirigida al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, en la que le dice «Emilio, por favor, no nos dejes caer! sería horrible. De consecuencias inusitadas y además innecesario».

En otra de las cartas dirigida a Botín, en esta caso mecanografiada, Ruiz-Mateos padre le ruega que reciba a sus hijos varones, lo que en caso contrario «sería un grave error por tu parte, pues dejarías de ser el ombligo de oro del mundo, y debes saber que los banqueros sois los más odiados de la sociedad en la que vivimos. Tu sabrás...».