El presidente en funciones de la Generalitat. | Andreu Dalmau

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El presidente de la Generalitat en funciones y primer secretario del PSC, José Montilla, lamentó ayer las hostilidades de algunos «amigos políticos», en alusión al PSOE, en la gestación del segundo tripartito, y señaló las municipales como una oportunidad para iniciar la renovación del PSC.

Montilla hizo estas declaraciones durante la presentación del informe político con el que dio inicio al consejo nacional del partido, y en el que también hizo autocrítica por su «falta de liderazgo» en el Gobierno catalán en crisis puntuales como las nevadas, el incendio de Horta de Sant Joan y la Ley de Educación de Catalunya.

El líder de los socialistas catalanes repartió críticas también en el balance del segundo tripartito hacia sus socios de gobierno, ERC e ICV-EUiA, más preocupados -aseguró- de satisfacer a su electorado que de gobernar para todo el país, y hacia el Gobierno, que, a veces, «no puso las cosas fáciles».

Incomprensión

Montilla recordó que la legislatura ya empezó de manera «no fácil» con la gestación de la renovación del pacto tripartito en un contexto de «hostilidad e incomprensión aquí en nuestra casa y fuera de nuestra casa, por parte de nuestros adversarios políticos y parte de nuestros amigos políticos, también».

El todavía presidente catalán admitió que ha tenido que luchar durante los cuatro años de legislatura contra la falta de cultura de gobierno de coalición, con unos socios más pendientes de su propio electorado que de gobernar y tomar decisiones impopulares, una práctica que su partido, remarcó, sí ha llevado a cabo.

A su vez, Montilla admitió «falta de liderazgo y de cohesión interna» en algunas crisis puntuales y puso de manifiesto «cierta incapacidad de comunicar» por parte de su gobierno, aspecto que atribuyó a la falta de un conseller con funciones de portavoz.