Noviembre ha sido uno de los meses más volátiles. El Ibex ha pasado de rozar los 10.800 puntos a comienzos de mes a situarse en niveles mínimos que no alcanzaba desde julio, cuando registró 9.300 puntos enteros. Además, en sólo dos sesiones, los días 22 y 23, cedió más de un 5% y dejó escapar alrededor de 700 puntos.
El rescate de Irlanda no sirvió para aplacar el temor de los inversores y, por el contrario, reavivó la incertidumbre y el pánico, lo que creó el caldo de cultivo perfecto para la especulación, que se cebó con el mercado español.
Los analistas insisten en que las caídas del mercado bursátil y el fuerte repunte de los CDS ponen de manifiesto la necesidad de que España envíe un mensaje de credibilidad al exterior y recupere la confianza.
Contexto internacional
La Bolsa madrileña bajó ayer el 0,62% y perdió el nivel de 9.300 puntos afectada por la situación del mercado de deuda y la caída de la mayoría de los mercados internacionales, a pesar de conocerse datos económicos favorables en los Estados Unidos. Así, el principal indicador del mercado español, el IBEX 35, cayó 57,50 puntos, el 0,62%, hasta 9.267,20 puntos. Las pérdidas acumuladas este año se elevan al 22,39%.
En Europa, con el euro a 1,303 dólares -nivel de mediados de septiembre-, también bajaron las principales plazas: Milán, el 1,08%; París, el 0,73%; el índice Euro Stoxx 50, el 0,71%; Londres, el 0,41%, y Fráncfort, el 0,14%.
El mercado español comenzaba la sesión con pequeñas ganancias, a pesar de la bajada del 0,4% de Wall Street en la víspera y del 1,9% de Tokio durante la madrugada, por el aumento del paro en Japón y el descenso de la producción industrial.
Al poco de la apertura, incurría en pérdidas por las ventas en el mercado de deuda, caída que se incrementaría paulatinamente y que aproximaría al registro global hasta los 9.200 puntos.
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