Elena Salgado , ministra de Economía española hablando con la prensa. | Reuters

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El Rey mantuvo ayer un despacho con la vicepresidenta segunda del Gobierno y titular de Economía, Elena Salgado, para analizar el actual momento económico y financiero español e internacional. Fuentes del Palacio de la Zarzuela informaron de esa reunión, que se celebró dos días antes de que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se entreviste en Moncloa con los representantes de 37 grandes empresas españolas para intercambiar puntos de vista sobre la recuperación económica.

El despacho del Monarca con la vicepresidenta se celebró en una semana en la que la prima de riesgo de la deuda española ha alcanzado máximos históricos después de que la Unión Europea decidiera acudir al rescate financiero de Irlanda.

Encuentro habitual

La reunión se enmarca en los encuentros habituales que mantiene el Rey con miembros del Ejecutivo y representantes del sector financiero, empresarial y laboral.

Mientras, la polémica entre el Gobierno y el PP estaba creciendo con nuevas declaraciones de González Pons acompañadas de otras de Joaquín Almunia. El secretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, exigió ayer al Gobierno que aclare las dudas de los mercados, de la Comisión Europea y de los españoles sobre si podrá cumplir con el programa de reformas y si ha puesto todos los datos que tiene «sobre la mesa».

González Pons afirmó que España tiene «en su mano» superar la crisis pero que para ello necesita un Gobierno que asuma la situación y no «eche la culpa» a los demás. Un Gobierno que haga las reformas necesarias, que tome medidas y que «diga la verdad», subrayó.

Dudas

El responsable del PP se refirió a las declaraciones realizadas por el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, «expresando sus dudas» sobre si España será capaz de cumplir con el programa de reformas y si ha puesto todos los datos sobre la mesa. Para Pons, ni Gobierno ni PSOE han desautorizado a Almunia.

En declaraciones a la cadena Ser, Almunia dijo ayer: «La duda está, por un lado, en si España va a ser capaz de aplicar lo que ha decidido que hay que hacer. Y esa duda hay que despejarla cuanto antes diciendo que hay una determinación de aplicar exactamente todos los compromisos que se han establecido. Y la segunda duda es si España tiene algo más aparte de lo que ya está encima de la mesa, aparte de lo que mostraron los test de estrés de los bancos y de las cajas en julio, aparte de los análisis conocidos».