La vicepresidenta Elena Salgado, ayer en la cumbre del G-20 en Seúl. | Juanjo Martín

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El diferencial entre el bono español y el alemán, que es el de referencia en Europa, finalizó la sesión de ayer en los 218 puntos básicos, aunque en algún momento de la jornada llegó a situarse en los 222, con lo que superó el máximo de junio de este año.

Según los datos de mercado, los seguros de impago de deuda (CDS) de España se relajaban al cierre del mercado y se situaban en 282.000 dólares anuales para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles a 10 años. Así, se alejan del máximo histórico alcanzado por la mañana, cuando se situaban en 290.000 dólares.

Tanto los CDS como el diferencial del bono español se vieron contagiados por las dudas que existen en el mercado sobre las economías de Irlanda y Portugal.

Rendimiento

En el día de ayer, la rentabilidad del bono español a diez años subió trece centésimas y alcanzó el 4,620% frente al 4,474% de la apertura, en tanto que el rendimiento del bono alemán del mismo plazo cedía una centésimas hasta el 2,434%.

Por tanto, el precio de los bonos españoles -cuya evolución es siempre contraria al rendimiento que ofrezcan- se situaba en el 101,78%, mientras que el alemán lo hacían en el 98,41%.

Al igual que en el caso español, el resto de países periféricos también se vieron afectados por las dudas sobre Irlanda y Portugal. Así, el diferencial entre los bonos soberanos a diez años de Italia y Alemania, lo que se conoce como prima de riesgo país, se situó en 179 puntos básicos, después de que el rendimiento de los bonos italianos aumentara en 13 centésimas.