El presidente de PP, Mariano Rajoy, saluda a una mujer en el transcurso de la visita que realizó hoy a Melilla. | LAUREANO VALLADOLID.

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, realizó ayer su séptima visita a Melilla desde 2003, pese a la protesta del primer ministro marroquí, Abás El Fasi, quien, en calidad de secretario general del partido Istiqlal, calificó dicho viaje como una provocación. Rajoy fue recibido en Melilla con aplausos y gritos de «presidente, presidente», mientras en la frontera de Beni Enzar, que separa la ciudad autónoma de Marruecos, un grupo de activistas se concentró contra la visita.

El presidente del PP eludió polemizar con su visita a Melilla, que calificó de «normal» y «en positivo», tras ser invitado por el Gobierno autonómico. Lamentó que «alguien» haya querido dar a su viaje una «intención negativa» y reiteró que su propósito únicamente era el de estar con los melillenses, al celebrarse hoy el Día de Melilla, una celebración a la que ha sido invitado por el Gobierno autonómico.

«Me desplazo con absoluta normalidad por todo el territorio nacional», señaló Rajoy. El líder del PP reconoció haber leído la carta de El Fasi en la que criticaba la visita, aunque matizó que no comparte sus términos. El líder del PP dijo que Marruecos y España tienen mucho que ganar desde el entendimiento y la cooperación, «si vamos de la mano», sobre todo teniendo en cuenta que el mundo actual impone muchos retos a todos y es necesaria esa cooperación.

Trabajar juntos

«Debemos trabajar juntos y, en beneficio de nuestros países y nuestros compatriotas, debemos cultivar lo mucho que nos une y no lo poco que nos separa», manifestó. Sobre la reacción del Gobierno español a la carta de El Fasi, Rajoy señaló que lo único que ha visto es que «fuentes» del Ejecutivo han dicho que puede desplazarse libremente por el territorio nacional.

«Hasta ahí podríamos llegar», apostilló. El líder del PP, que también viajó a Melilla como ministro de Administraciones Públicas en 1997, dijo sentirse «a gusto» en la ciudad, donde, durante un corto paseo, recibió el cariño de los melillenses.

Entre los que le esperaban, destacaba un hombre con una camiseta en la que tenía impresa la frase: «No todo el mundo tiene la suerte de haber nacido en Melilla». Rajoy viajó a la ciudad acompañado por el vicesecretario de Comunicación del partido, Esteban González Pons, quien ya estuvo en Melilla en agosto, durante la crisis fronteriza entre España y Marruecos.