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Los controladores aéreos y AENA firmaron ayer un acuerdo base, que garantiza el servicio en los aeropuertos y la paz social y laboral. El pacto, que lleva la calma al sector turístico, fue rubricado por el presidente de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), Juan Lema, y el de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Camilo Cela.


Tanto Lema como Cela destacaron que el acuerdo es satisfactorio para ambas partes, da respuesta a los doce puntos presentados por los controladores y permite cumplir con los objetivos de reducir las tasas de navegación. Ambos representantes aludieron a que a partir de ahora se inicia una nueva etapa que va a permitir negociar el II Convenio Colectivo del sector que lleva más de cinco años sin renovarse, y que puede cerrarse antes de que finalice este año.


El pacto prevé una jornada laboral anual de 1.670 horas, que podrán ser, de acuerdo a la carga de trabajo de cada instalación, de cuatro categorías: de 1.200 horas, 1.300, 1.400 y 1.500. El presidente de AENA recalcó que el acuerdo «garantiza el servicio de los controladores y la paz laboral», y que permite a este organismo reducir su déficit por costes de navegación en 200 millones de euros.

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200.000 euros anuales


Lema añadió que la retribución media de los controladores hasta el año 2013 será de 200.000 euros al año, y que para este curso se tiene prevista una masa salarial para el colectivo de 480 millones de euros. Asimismo, el máximo directivo de AENA señaló que los mayores de 57 años que deben abandonar, por edad, puestos de desarrollo de funciones operativas, realizarán trabajos que no sean de este tipo.
Para el responsable de USCA el acuerdo, «nos acerca a la legislación europea». Por su parte Lema se congratuló de que «las vacaciones de los españoles no se vean alteradas».


Uno de los aspectos en los que la negociación ha sido más dura, es el de los turnos de imaginaria, ya que los controladores denunciaban que se les obligaba a estar dispuestos a trabajar los 365 días del año. En este caso, el acuerdo apunta a que ese servicio se realice de forma voluntaria. El acuerdo, que acaba con más de cinco meses de conflicto, tendrá que ser ratificado por la asamblea nacional del sindicato, que deberá celebrarse en un plazo máximo de siete días.