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La economía española siguió creciendo entre abril y junio -un 0,2%- empujada sobre todo por el consumo, según el Banco de España, que advierte de que para que esta recuperación se consolide, deben estar a pleno rendimiento las medidas de ajuste fiscal y las reformas estructurales. Este nuevo crecimiento trimestral, el segundo consecutivo tras siete trimestres de retrocesos, ha hecho también que se modere fuertemente la caída económica del último año, que ya es de sólo el 0,2%. El dato es más esperanzador si se recuerda el ataque especulativo que sufrió el mundo financiero español por parte del mercado internacional tras la quiebra de Grecia.

El supervisor cree que estas cifras confirman que la recuperación se va consolidando, si bien ve «crucial» que el ajuste presupuestario continúe y, en caso de no ser suficiente, insta al Gobierno a estar preparado para tomar nuevas medidas fiscales que lo garanticen. Las cifras del Banco de España confirman lo anunciado recientemente por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la actividad entre abril y junio había sido mayor que la del primero.

Consumo privado

El boletín advierte, no obstante, de que el crecimiento está sobre todo apoyado en el consumo privado -que avanzó el 0,7% en el trimestre y el 1,5% en un año-, y explica que en el segundo trimestre se adelantaron muchas decisiones de gasto ante la inminente subida del IVA -vigente desde el 1 de julio- y el fin de las ayudas a la compra de automóviles. Por eso reconoce que el consumo podría verse mermado con la subida impositiva o la falta de incentivos para comprar coches -que tiene un fuerte peso sobre el cómputo total del gasto-, así como por la moderación de las rentas salariales.

En cualquier caso, el organismo que preside Miguel Àngel Fernández Ordóñez espera que la recuperación de la confianza e incluso un panorama «menos incierto» del mercado de trabajo gracias a la reforma laboral sean «fundamentales» para conseguir que el consumo se mantenga. Asimismo admite que la subida del IVA en julio ya se ha notado en la inflación de ese mes, si bien confía en que no haya una fuerte traslación de esta alza impositiva a los precios finales, porque aún es relativamente débil la recuperación del consumo. Frente a la mejora del gasto de los hogares, el supervisor admite que lo que no se termina de recuperar es la inversión, que sigue cayendo, aunque menos.