TW
0

El deterioro de los márgenes y las medidas para hacer frente a las insolvencias provocaron que el beneficio neto de las cinco grandes entidades financieras españolas cayera por quinto semestre consecutivo al reducirse el 9,5% entre enero y junio y bajar así de la cota de 9.000 millones de euros. Según los datos recopilados, el Santander, el BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Banco Popular registraron unos beneficios conjuntos de 8.423,28 millones de euros, frente a los 9.311,1 millones del primer semestre de 2009.

En la mayoría de los casos, esa caída se produjo por los más de 11.200 millones que tuvieron que destinar las cinco entidades a cubrir las pérdidas originadas por la morosidad de los créditos y por el deterioro de otros activos, así como por provisiones voluntarias para hacer frente al futuro. Ese esfuerzo se explica por la elevada tasa de morosidad en todos los grupos, que siguió liderada por Caja Madrid, con el 5,39% al cierre de junio.

A continuación se colocó el Banco Popular, con una ratio de mora del 5,04%, mientras que el resto de entidades registraron ratios inferiores. No obstante, la entidad que más aumentó la mora fue el BBVA, que la situó en el 4,2% al cierre de junio, frente al 3,2% del mismo mes de 2009, mientras que el Santander y La Caixa consiguieron mantenerse como los grupos con menor volumen de préstamos impagados, ya que registraron tasas del 3,37% y del 3,46%, respectivamente.

Botín

Por resultados, el mejor parado volvió a ser el grupo presidido por Emilio Botín, que los redujo tan sólo un 1,6% gracias a su diversificación geográfica y al menor impacto de la crisis en su negocio, seguido por la primera caja española, La Caixa, con una bajada del 7,5%. Por el contrario, Caja Madrid registró la peor evolución al reducir su beneficio neto un 66,3%, debido a los 845 millones de euros que destinó a provisiones.

Mientras, el consejo de administración de Caja Madrid, presidido por Rodrigo Rato, aprobó ayer el contrato de integración de la entidad con Bancaja y cinco cajas de menor tamaño, con el que se creará un grupo financiero con 340.000 millones de euros en activos y que recibirá una ayuda pública de 4.465 millones.