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El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha advertido que «la sentencia del Tribunal Constitucional debilita la unidad de España» y que aunque los efectos prácticos de los recortes del Estatut «probablemente serán pocos», lo importante «son los efectos políticos y emotivos».

En una entrevista concedida a El Periódico, declara que la sentencia es una agresión que no afecta a un artículo u otro, sino «a la dignidad del país». Cree que «hace un gran favor a separatistas y separadores» y que seguramente alienta la independencia». «No sé qué pasará en Catalunya dentro de 50 o 100 años», aventura.

Por su parte, el conseller d'Interior, Relacions Institucionals i Participació, Joan Saura, ha propuesto convocar la Comisión Bilateral Estado-Generalitat para que ambas administraciones rehagan el pacto del Estatut y acuerden cómo se recupera la parte de esta ley orgánica que el Tribunal Constitucional (TC) ha retocado.

Saura precisó que ese foro de diálogo debería reunirse tras la entrevista que mantendrán Montilla y Zapatero, a la que se pondrá fecha cuando se dé a conocer toda la argumentación del TC.

Medidas de superación

«Sería bueno y conveniente que se reuniera este espacio de diálogo y debate entre el Gobierno central y la Generalitat para analizar los efectos políticos de la sentencia y proponer medidas de superación de los déficit y los problemas que nos plantea», afirmó el conseller catalán.

Por último, el líder de ERC, Joan Puigcercós, aseguró ayer que, tras la «humillación» por la sentencia sobre el Estatut catalán, el Tribunal Constitucional y España son «el pasado», mientras que la independencia de Catalunya es «el futuro».

En un acto con militantes, Puigcercós subrayó que los catalanes han sido «humillados» por la sentencia del Estatut, por lo que ahora «tenemos que canalizar esta humillación hacia la independencia».