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La segunda jornada de huelga en el Metro de Madrid supuso ayer un paro total, debido al incumplimiento de los servicios mínimos decretados y a pesar de los intentos de la compañía de abrir alguna de las líneas, como la que lleva al aeropuerto.
Los 7.500 trabajadores de Metro hacen huelga para protestar por la decisión de la Comunidad de Madrid de extender a empleados de empresas públicas de la región la medida del Gobierno central de recortar un cinco por ciento el salario a los funcionarios, debido a la crisis económica.
Dos millones de madrileños que usan cada día el metro tuvieron que recurrir a otros medios para desplazarse, después de que en la noche del lunes una asamblea de trabajadores decidiera no respetar el decreto que fijaba los servicios mínimos en el 50 por ciento.
Ni un conductor
Poco después de las 06.00 horas, momento de apertura de la red, quedaba claro que no habría conductores en las cabeceras de las líneas y que no abría servicio.
Empezaba así una jornada complicada para los madrileños, que optaron en gran medida por el coche particular, de modo que entre las 06.30 y 08.30 -hora punta matinal- el tráfico era más de un veinte por ciento superior al registrado en otros días laborables en el centro y en la vía de circunvalación urbana, la M-30.
La empresa municipal de transportes puso más autobuses en las calles y Renfe incrementó el servicio de cercanías, pero los atascos y aglomeraciones fueron moneda corriente en las calzadas y en los medios de transporte.
A media tarde, Metro intentó reabrir la línea 8, que lleva desde el barrio financiero y de oficinas madrileño hasta el aeropuerto de Barajas, pero ningún conductor aceptó llevar el convoy.
Un despliegue de policías en el vestíbulo de la estación de Nuevos Ministerios hacía prever la apertura de esa línea, pero transcurridas unas horas los agentes se retiraban al exterior.
El incumplimiento de los servicios mínimos generó numerosas reacciones y los sindicatos justificaron su decisión en que los dictados por la Comunidad de Madrid eran abusivos, hasta el punto de que los van a recurrir ante los tribunales.
Apertura de expedientes
La Consejería de Transportes anunció la apertura de expediente a quienes no hayan cumplido esos servicios y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, criticó el «chantaje» que a su juicio han cometido los huelguistas, al tiempo que aseguró que los servicios jurídicos de Metro dirigirán un escrito al fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, para que investigue si la expresión 'Madrid revienta', utilizada por un portavoz del comité de huelga de Metro, constituye un delito de amenazas..
Por su parte, varios ministros, como la de Economía, Elena Salgado, y el de Trabajo, Celestino Corbacho, expresaron su respeto a la decisión de los trabajadores de hacer huelga pero hicieron hincapié en que ha de ser compatible con el derecho de los ciudadanos a la movilidad.
A mediodía, una nueva asamblea de trabajadores de Metro ratificó mantener hoy miércoles la tercera jornada de huelga y sin el cumplimiento, de nuevo, de los servicios mínimos. Eso hace difícil reconducir la situación y hace prever una nueva jornada complicada en los desplazamientos en Madrid, la víspera de que empiecen las vacaciones de verano para muchos ciudadanos.