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La negociación que celebraban anoche el Gobierno y los agentes sociales para reformar el mercado de trabajo está «totalmente abierta», por lo que todo parece indicar que las conversaciones podrán prorrogarse, como máximo, hasta el lunes próximo. La reunión se perfilaba larga y, al filo de las doce de la noche, se había tratado ya lo referido a la contratación de jóvenes, en prácticas, la formación y el modelo alemán, indicaron las fuentes, que no precisaron si había acuerdos en las materias.
También se discuten posibles modificaciones para facilitar el despido objetivo, cuya indemnización es de 20 días por año trabajado con un límite de 12 mensualidades, o el descuelgue de las empresas de los convenios firmados. Las fuentes consultadas señalan que los sindicatos han cedido en sus posiciones para propiciar el acuerdo.
Ayer se cumplía el plazo que el Gobierno había fijado para que finalizasen las conversaciones, ya que la intención es que, si finalmente no hay acuerdo con los agentes sociales, la reforma se negocie con los partidos políticos a partir del próximo lunes y hasta el miércoles 16 de junio, que es cuando tiene que estar aprobada en Consejo de Ministros.
Negociación abierta
Las mismas fuentes señalaron que las tres partes están intentando llegar a un acuerdo y que, de momento, «no hay portazo y está totalmente abierta la negociación». Aunque el Ejecutivo ha dicho en varias ocasiones que la reunión ayer era la última oportunidad para cerrar el acuerdo, fuentes parlamentarias precisaron que el Gobierno dilatará la negociación hasta el domingo si en el encuentro de anoche se alcanzara un consenso sobre entre el 70 y el 80% de las materias.
Por otra parte, el Gobierno y el Grupo Socialista en el Congreso anunciaron ayer que piensan centrar en CiU, PNV, Coalición Canaria y, a más distancia, ERC, sus esfuerzos para recabar apoyos ante la convalidación del decreto ley de reforma laboral que aprobará el Consejo de Ministros del próximo 16 de junio, así como para evitar su tramitación como proyecto de ley, lo que permitiría a la oposición introducir modificaciones.