Rajoy, arropado por dirigentes andaluces y de Almería, saluda a militantes y simpatizantes del PP que se reunieron ayer en el pabellón de deportes de Viator. | Efe

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, urgió un plan nacional de reformas encaminado a evitar que el país caiga en la situación que, en la actualidad vive Hungría y, con anterioridad Grecia, al tiempo que advirtió que España es, hoy por hoy y desde el inicio de la crisis, un estado en «libertad vigilada» obligado a extraer «lecciones» ya que, subrayó, es «imposible hacerlo peor» al frente del
Ejecutivo de lo que lo ha estado Rodríguez Zapatero.

Ante un auditorio formado por 5.000 afiliados y simpatizantes del partido que llenaron el Pabellón de Deportes de Viator (Almería), aseguró que de los casos griego y húngaro «tenemos que aprender» si bien desconfió de que pueda hacerlo un Ejecutivo que «no quiere escuchar y se empecina en el error».


Lecciones

Detalló, en esta línea, que, de entre esas «lecciones» a aprender por España está la de que no se debe «ocultar nunca la realidad y hay que decir la verdad por dura que sea» y, sobre todo, que se debe ser «austero, sin gastar por encima de nuestras posibilidades para que no nos pase lo que le ha pasado a otros» en referencia a Grecia y Hungría ya que, ahondó, «hay motivos para la esperanza y para saber que se pueden hacer políticas que sirvan para crear empleo».

Rajoy desgranó que la fórmula de los populares frente a los «errores descomunales» cometidos por el gobierno de Zapatero pasa, entre otras cuestiones, por abordar una reforma laboral «que en el caso de España ya llega tarde».