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La reforma laboral se pondrá en marcha antes de que acabe junio haya o no acuerdo con los agentes sociales, según el Gobierno, que todavía cree que existe margen para el pacto a pesar de las «diferencias» existentes entre las partes. El Gobierno y los agentes sociales volvieron a celebrar ayer una nueva reunión para impulsar la negociación para reformar el mercado de trabajo.
En ella han participado, al igual que el sábado, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho; el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez. El resultado ha sido el mismo que el del sábado: no ha habido acuerdo y nuevamente se han constatado las diferencias.
Sin embargo, en un comunicado conjunto de tres párrafos las partes afirman que «todavía hay margen para el acuerdo», por lo que han decidido «continuar reuniéndose en los próximos días». En la nota no se concreta hasta cuándo seguirán las conversaciones a pesar de que ayer terminaba el plazo que el presidente Zapatero había fijado en un principio para que terminasen las negociaciones.
En solitario
A falta de que se conozca cuál es la fecha tope, lo que dejó bien claro ayer la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, es que en junio ya estarán en marcha los cambios en el mercado laboral. Al respecto, el ministro Miguel Sebastián reiteró que el Gobierno está haciendo todos los esfuerzos para el acuerdo, pero, si no, actuará «en solitario». Lo que propone el Gobierno -su último documento de medidas es del 12 de abril pasado- es generalizar el uso del contrato de fomento del empleo estable -cuya indemnización es de 33 días frente a los 45 de un fijo ordinario-, poner en marcha un plan de choque para frenar el desempleo juvenil y concentrar las bonificaciones a la contratación en los jóvenes, las mujeres y los parados de larga duración.
También aboga por la implantación del modelo austríaco de desempleo y por el modelo alemán que utiliza la reducción de jornada como alternativa a los despidos. Mientras que sobre la segunda de las propuestas los empresarios y los sindicatos tienen posiciones cercanas, sobre la primera no; además tampoco se ponen de acuerdo sobre las causas y las indemnizaciones por despido.