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El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha dicho hoy en el Tribunal Supremo (TS) que esta entidad bancaria «jamás» destinó dinero a pagos al juez Baltasar Garzón durante su estancia en la Universidad de Nueva York, entre 2005 y 2006, ni trató cuestiones económicas con él, sino con ese centro. Según la defensa del magistrado, Botín aseguró que «jamás se le pasó por la cabeza» que los patrocinios del Santander a la citada Universidad «se trataran de pagos a una persona física en concreto, nunca a Baltasar Garzón».
El presidente del Santander declaró como testigo durante dos horas y media ante Manuel Marchena, instructor de la querella presentada contra Garzón por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, que le acusan de prevaricación y cohecho por haber percibido presuntamente de la entidad 302.000 dólares y después archivado una querella contra directivos del banco, entre ellos Botín.
Botín, según las mismas fuentes, negó tener una relación de amistad con Garzón, y sobre las cartas que el Santander remitió al Supremo, en las que el juez se dirige a Botín diciendo «Querido Emilio», éste contestó que se trata de una fórmula de estilo que él mismo utiliza a diario con personas que no conoce personalmente y que no responde a una relación de afectividad.
También indicó que los patrocinios del banco que preside se extienden a 800 centros universitarios en 25 países.