El presidente estadounidense, Barack Obama, saluda a su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero. | Kevin Lamarque

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió ayer de que no se excluye que los grupos terroristas puedan utilizar armas nucleares y apostó por reforzar la cooperación internacional para impedir que tengan acceso a este tipo de instalaciones y de materiales.

Zapatero, invitado por el presidente estadounidense, Barack Obama, a la cumbre de seguridad nuclear que se celebra en Washington, avanzó a los periodistas su mensaje para los más de 40 líderes que participan en el evento y mostró su total respaldo al «ambicioso» plan del mandatario estadounidense para reducir el riesgo nuclear.

La cumbre comenzó con una cena de trabajo en la que intervinieron Zapatero, Obama, el presidente francés, Nicolas Sarkozy; el primer ministro japonés, Yukio Hatoyama; el primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani; y la canciller alemana, Angela Merkel.

«Hasta ahora hemos visto ataques terroristas masivos y Estados Unidos y España lo conocemos muy bien, pero la locura y el fanatismo hace que no descartemos que puedan usar armas nucleares», manifestó Zapatero.

En este contexto, abogó por la prevención, reforzar la protección de las instalaciones nucleares, tanto militares como civiles, luchar contra el tráfico y fomentar la cooperación diplomáticas y de los servicios de inteligencia.

Acuerdos

A su juicio, es necesario fraguar acuerdos internacionales para sancionar a quienes faciliten la financiación de estos grupos terroristas y les sirvan de refugio y mejorar los marcos legales para dotarlos de más eficacia.

El objetivo de la cita nuclear es lograr en cuatro años que no haya instalaciones ni materiales nucleares vulnerables y sin protección.

Zapatero insistió en la necesidad de respaldar la agenda de la administración estadounidense para limitar el riesgo nuclear, reducir el armamento actual y avanzar hacia el desarme y consideró clave el discurso pronunciado hace ahora un año por Obama en Praga.

En la cena, felicitó a Estados Unidos y Rusia por la reciente firma del nuevo acuerdo START para reducir sus armas nucleares estratégicas.

Irán es uno de los grandes ausentes de la cumbre y aunque sus planes de enriquecimiento de uranio no están formalmente en la agenda de la reunión centrarán previsiblemente buena parte de los debates.

El jefe del Ejecutivo español rehusó hablar de las posibles nuevas sanciones a este país, pero advirtió de que si Irán no hace lo que la comunidad internacional le ha exigido «tendrá que afrontar sus responsabilidades».

Para ello, recordó, es necesario fraguar un consenso en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

En opinión de Zapatero, la reunión de Washington es un paso trascendental porque ha llevado al primer plano de la agenda internacional un asunto hasta ahora secundario, el de la seguridad de las instalaciones nucleares.

Mañana tendrán lugar en la capital estadounidense las sesiones plenarias de la cumbre, antes de las cuales Zapatero se reunirá con el presidente ruso, Dmitri Medvédev.

Según fuentes del Ejecutivo español, fue el mandatario ruso quien solicitó esta entrevista ya que, en aplicación del Tratado de Lisboa, Zapatero no participará en la próxima cumbre entre la UE y Rusia y será el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien representará a la Unión Europea.

Además de esta cita está previsto también que Zapatero se reúna con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y con el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yukita Amano.